Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Por Félix Cortés Camarillo

Yo soy un orgulloso egresado de la Universidad Carolina de Praga, hornada del 1965. La Carolina, llamada así en honor del rey Carlos I de Bohemia y IV de Alemania, emperador del Sacro Imperio Romano, fue fundada en 1348 y me parece que en el mundo solamente le antecede la Universidad de Boloña como la más antigua. Ahí tuve maestros de excelencia como Jan Rak, Frantisek Salzer, Tröster, Vesely y Ondrichová que me enseñaron dos cosas fundamentales para ser humano: a leer y a dudar. Esa es la esencia de la palabra universidad. Saber en qué textos buscar las respuestas a todas nuestras dudas.

Ahí me encontré con Aristófanes y Cervantes, con Shakespeare y Pushkin, Platón y Balzac, Tolstoi y Maquiavelo… muchos otros. Todos me ratificaron que la única certeza que podemos tener es que no sabemos nada.

En la plataforma de la ignorancia el presidente López tiene una marca de bateo excepcional. Acaba de repetir una de las manifestaciones más notorias de su acomplejada percepción de la educación, la estigmatización de todos aquellos que por el sacrificio de sus padres o el suyo propio, apoyos extraños, becas obtenidas con esfuerzos o actos caritativos, buscamos en alguna institución de otro país una mejor preparación académica. No pocos miembros del gabinete de López Obrador tuvieron, en diferentes variables, ese privilegio y algunos han puesto en práctica la experiencia y conocimientos adquiridos, en los puestos administrativos por los que han pasado.

Como es un iletrado, el presidente López repitió la semana pasada nuevamente el sustento que le da al desprecio que siente por los que estudiamos en otros países. Menciona la novela de Mario Puzo, El Padrino, diciendo que Michael, uno de sus hijos, se fue a estudiar fuera de los Estados Unidos. No leyó la novela y creo que ni siquiera vio la película. Efectivamente, Michael se esconde en Sicilia luego de haber dado muerte a un corrupto policía y a otro mafioso cómplice en un restaurante italiano de Nueva York, en una perfecta emboscada.

En Sicilia Michael enamora y casa con Apollonia, joven de bellos pechos –bueno, la actriz Simonetta Stefanelli– que luego es asesinada en otra emboscada, pero eso es parte de la dramaturgia. Lo cierto es que el futuro padrino mafioso no fue a estudiar al extranjero. Andaba, como cualquier ex director de Pemex, prófugo de la justicia.

El presidente López Nos ha enseñado a que él tiene otros datos. Se los deberían documentar, sus acólitos. Si no pueden, ¿para qué fueron a la universidad?

PREGUNTA PARA LA MAÑANERA PORQUE NO ME DEJAN ENTRAR SIN TAPABOCAS: Con todo respeto, Señor Presidente: me encontré en un diario de mi tierra, Monterrey, con un anuncio petulante y cínico. El negocio se anuncia, ufano, de que es un hospital No Covid. Por si quedaran dudas, se agrega entre sus datos que no puede acceder a sus instalaciones alguien que tenga síntomas de Covid 19. Me queda claro que la actitud viola los derechos humanos y la Constitución; es también de una inmoralidad insulsa. El hospital se llama Sierra Madre, aunque no tenga.

‎felixcortescama@gmail.com

Fuente:

Vía / Autor:

// Félix Cortés Camarillo

Etiquetas:

Compartir:

Autor: stafflostubos
Ver Más