Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
El mensaje de Obed Campos es corto, triste: lacónico. Me dice que ha muerto Paco Salazar, otra tragedia del Covid…
Más que la amistad nos unió el respeto. Paco acomodaba la conversación como acomodaba sus lentes frente a sus ojos acuciosos, la anécdota era su movimiento sonoro; acariciaba el bigote como construía la crónica. Niño en adulto robusto, pocos como él con la sonrisa sincera, con la mano extendida, con el corazón solidario.
Escolar antiguo, su impronta fue el rigor, la precisión y algo que olvidamos con frecuencia: la veracidad. Corta es mi nota fúnebre como cortos fueron nuestros abrazos.
(Y esos intercambios cerveceros donde te enfadabas, Paco, por la miseria, por la pinchez de este mundo; un enojo mesurado, nunca colérico: la ira no fue tu amante.)
La alegría me llegará al recordarte. Hoy no. Hoy sigo triste.