Por José Jaime Ruiz
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@ruizjosejaime
Nunca hay que dar por sentado lo que no esté asentado, una regla de oro para el periodismo. El columnista volador, Mario Maldonado, predijo que en mayo habría cambios telúricos en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador: enroque entre Marcelo Ebrard y Olga Sánchez Cordero; Hugo López-Gatell supliendo a Jorge Alcocer… y otras alucinaciones volátiles. Estamos en septiembre y nada pasó. Bueno, sí, se confirmó que el columnista de El Universal y colaborador de El Heraldo tiene la precisión, la puntería de un pato tirando a las escopetas. Ahora la emprende en contra del exsubsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta y, de refilón, en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Leamos los desvaríos de Mario:
“El 1 de septiembre, un día después de que Ricardo Peralta Saucedo fue destituido de su cargo en la subsecretaría de Gobierno, su director general de Juegos y Sorteos, Luis Calvo Reyes, otorgó cuatro nuevos permisos para operar casinos, todos ellos ligados al grupo de empresarios que se vieron involucrados en la tragedia del Casino Royale.”
¿Muestra Maldonado los cuatro nuevos permisos? No, no lo hace porque no existen esos “nuevos” permisos. Hasta ahora, López Obrador ha cumplido: ningún nuevo permiso para casinos.
“Calvo Reyes fue destituido también este lunes de la Segob, escoltado hasta la salida de su edificio por policías y con advertencias de que será investigado. Pero en medio de una purga en la dependencia para extirpar los tentáculos de Peralta Saucedo, el directivo tuvo tiempo de firmar cuatro oficios que ampararán el funcionamiento de cincuenta nuevos centros de apuestas en el país.”
El columnista volador no muestra fotografías de que Calvo Reyes haya sido escoltado por policías, tampoco muestra evidencia de las “advertencias” de que sería investigado. Menos aún nos proporciona, con documentos, los cuatro oficios firmados por el exdirector de Juegos y Sorteos. El asunto es que no existen esos alucinantes cuatro oficios. Por cierto, desde el anterior viernes Calvo Reyes le ofreció la renuncia a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Sigamos con la “volada”:
“La autorización para abrir nuevas casas de apuesta, el cobro de cuotas para no clausurar establecimientos y la expedición de nuevos permisos para administrar juegos y sorteos se convirtieron, según testigos de la Secretaría de Gobernación, en un negocio millonario para Ricardo Peralta y un buen grupo de funcionarios que él designó en puestos clave.”
El objetivo de Mario Maldonado no es periodístico, porque no documenta ninguna de sus afirmaciones; el objetivo es político: ir con todo contra Ricardo Peralta. Como dice López Obrador, salpica que algo quedará: “…existen denuncias en el Órgano de Control Interno de la secretaría que narran diversos viajes de funcionarios al interior de la República para cobrar derecho de piso a los operadores de casinos”. De nuevo, ¿dónde están esas denuncias? Dice Mario que él las tiene, ¿por qué no nos hace un favor? Que las publique.
Vayamos a la falsedad medular:
“Por si fuera poco, se expidieron los permisos DGJS/DCRCA/P-04/2020, de Grupo Blue Bet México; DGJS/DCRCA/P-02/2020, de Latam Operations; DGJS/DCRCA/P-03/2020, de True Win Group de México, y DGJS/DCRCA/P-01/2020, de Waddcore, todos negociados, según testigos del hecho, en la ‘sede alterna’ y justificados como parte de una escisión del permiso extinguido 4117, otorgado en 1991 al permisionario Atracciones y Emociones Vallarta SA de CV.”
“… negociados y justificados como parte de una escición…”, comenta Mario Maldonado. De nuevo, hay que corregir la plana al columnista volador. Tomemos aliento y hagamos un poco de historia:
Hay que recordar que esto viene del sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto. La permisionaria federal Atracciones y Emociones Vallarta, mediante una asamblea general extraordinaria de socios de 27 de junio de 2014, llevó a cabo su escisión, la cual tomaría vigencia sí y sólo sí la Dirección General de Juegos y Sorteos aprobara la misma, es entonces que determina la aportación de sus 50 autorizaciones para aperturar, operar y explotar Centros de Apuestas Remotas y Sala de Sorteo de Números, lo anterior en favor de cuatro nuevas empresas, en las que los socios de la permisionaria son los dueños de las mismas y distribuyendo su autorizaciones de la siguiente manera:
1. LATAM OPERATIONS SOCIEDAD ANÓNIMA PROMOTORA DE INVERSIÓN DE CAPITAL VARIABLE (19 establecimientos autorizados).
2. WADDCOR SOCIEDAD ANÓNIMA PROMOTORA DE INVERSIÓN DE CAPITAL VARIABLE (11 establecimientos autorizados).
3. TRUE WIN GROUP SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE (10 establecimientos autorizados).
4. GRUPO BLUE BET MEXICO SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE (10 establecimientos autorizados).
El 13 de noviembre de 2014, la permisionaria presentó ante la Dirección General de Juegos y Sorteos un escrito donde informó de la “escisión”, solicitando la emisión de los nuevos permisos a las morales “escindidas”.
El 8 de mayo de 2018 la autoridad dio contestación en sentido negativo al escrito, el argumento fue que la figura de la escisión es equivalente a transferir el permiso federal otorgado a la moral Atracciones y Emociones Vallarta, lo cual se encuentra prohibido por el artículo 31 del Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos.
Sigamos con la historia.
El 26 de junio de 2018, la permisionaria presentó una demanda de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa en Jalisco, en contra del oficio del 8 de mayo, argumentando en esencia una violación a sus derechos humanos, al no reconocer “un derecho adquirido”, aduciendo que les fue previamente otorgado por la Dirección General de Juegos y Sorteos por oficio DGJS/0010/2014, suscrito por Marcela Gonzalez Salas quien en ese tiempo fungía como directora general.
El 26 de abril de 2019, mediante sentencia administrativa dentro del juicio 6347/18-07-03-2, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa Sala Regional de Occidente, resolvió fundada la acción emprendida por Atracciones y Emociones Vallarta y determinó la nulidad del oficio de 8 de mayo de 2018, además requirió a la Dirección General de Juegos y Sorteos para efectos de reconocer el derecho subjetivo de AEVSA, que le fue concedido por oficio DGJS/0010/2014 de 8 de enero de 2014, en el que se le autorizó llevar acabo la escisión de la permisionaria y pidió expedir a favor de las empresas de nueva creación los nuevos permisos que deberían ser incluidos en la base de datos de esa dirección.
Existe una Unidad de Asuntos Jurídicos en la Secretaria de Gobernación, la encabeza Fernando Israel Echeverría Vicente como director general adjunto. Echeverría Vicente, en cumplimiento de la sentencia, necesariamente tuvo que informarle al entonces director de Juegos y Sorteos, Calvo Reyes, la necesidad del estricto cumplimiento de la resolución judicial. Esto debió de darse a finales de agosto. Y así Juegos y Sorteos tuvo que acatar el mandamiento judicial contenido en la resolución dictada por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa en Jalisco.
El Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos establece que los permisos federales son intransferibles, inenajenables e inembargables y no pueden ser objeto de cesión, enajenación o comercialización alguna, además, el permisionario en ningún momento puede perder el control: ningún tercero ya sea socio, accionista o último beneficiario, puede asumir la directriz corporativa o administrativa de la sociedad permisionaria.
En realidad, la figura de la escisión se encuentra prevista para efectos de que el permisionario informe a la autoridad sobre cualquier modificación en la composición accionaria de la permisionaria, de sus accionistas, socios, o su último beneficiario, o si ésta trasmite sus activos o pasivos a terceras personas, sin que esto implique la trasmisión del permiso y los derechos consignados en el mismo.
Lo anterior es extremadamente distante de lo que pretende hacer Atracciones y Emociones Vallarta, quien por medio de un “manejo amañado de la figura de la escisión”, busca trasmitir los derechos a terceras personas, en este caso sus socios. Esto se consideraría un fraude a la ley.
¿Qué hizo la Segob?
Una ruta legal que consideró la emisión de una resolución cumplimentadora en los términos ordenados por el tribunal de Jalisco, otorgando los permisos correspondientes a cada una de las cuatro empresas escindidas. Declarar, obvio, como extinguida a Atracciones y Emociones Vallarta para ordenar el cierre definitivo de los establecimientos que operan al amparo de ese permiso.
Sin duda pueden requerir a cada empresa escindida, ahora permisionaria, que proporcionen de manera individual todos los requisitos establecidos por los artículos 21 y 22 del Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos; si no cumplen lo anterior, no podrán iniciar operaciones en los términos previstos por la Ley Federal de Juegos y Sorteos y su reglamento.
Hay consecuencias, el domingo 6 de septiembre se clausuró el Casino Providens, ubicado en Avenida de las Américas 1505, Locales J18, J19, P10 y P11, Plaza Punto Sao Paulo, Colonia Providencia en Guadalajara por estar desarrollando juego ilegal, al no contar con un permiso vigente que lo autorice.
Para sentar un precedente dentro del ámbito administrativo, la Segob podrá formular una denuncia ante el presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, en su carácter de presidente del órgano interno de control del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, como órgano investigador en materia de responsabilidad administrativa, en contra de los magistrados de la Tercera Sala Regional de Occidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, por la probable comisión de actos constitutivos de infracciones graves en materia administrativa, al resolver el juicio de nulidad en contra de disposiciones de orden público que se expresan en el Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos.
Esta es la historia. La Secretaría de Gobernación puede corroborarla o rebatirla. Hay de dos sopas para las “filtraciones” maliciosas en las columnas periodísticas. ¿A quién favorece el fuego amigo? A quienes se quieren quedar con Juegos y Sorteos. ¿A quién favorece la información tergiversada? A algunos casineros que pagan, no hay que descartarlo, a los columnistas.
“Andrés Manuel López Obrador había cumplido la promesa de no otorgar en su administración nuevos permisos para casinos, pero finalmente se rompió”, finaliza su artículo Mario Maldonado. Lo que se rompió -bueno, ya es costumbre- fue la credibilidad de Mario, el columnista volador. Maldonado debería de verificar mejor sus fuentes periodísticas… y sus fuentes de ingresos.