Rosario Robles, quien fuera secretaria durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, se declaró inocente del delito de lavado de dinero que le imputa la Fiscalía General de la República (FGR), además de acusar que es tratada como “trofeo anticorrupción” por las autoridades.
De acuerdo con Rosario Robles Berlanga, la FGR la mantiene presa en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla para que delate a otros exfuncionarios que provocaron un daño patrimonial de 5 mil millones de pesos al Estado.
La extitular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) afirma que se le exhibe ante la opinión pública y medios de comunicación como alguien no solidaria con el gobierno, sugiriendo que sólo podrá permanecer en libertad si colabora en la investigación, aunque jurídicamente el delito por el cual está imputada no amerita prisión preventiva de oficio.
Rosario Robles afirma que las acusaciones se basan en cuestiones políticas que buscan atribuirle responsabilidad en actos de los que no participó, afirmando que durante su carrera en la administración pública federal se ha conducido con lealtad y honestidad, por lo que el tema carece de sustento jurídico.
La política también recalcó que los procesos penales no deberían servir para combatir a los adversarios o ser un medio de venganza, porque se traduce en un modo de detención arbitraria que carece de justificación, es excesivo y desproporcional, recupera el diario El Financiero.
Rosario Robles destacó que la propia Constitución Política le garantiza el derecho a guardar silencio y no ser tratada como culpable hasta que una autoridad judicial lo determine, sin embargo, el gobierno federal ya lo ha decidido en su caso y por ende ha permanecido presa durante un año, pese a la falsedad de los hechos atribuidos, dijo.