La compañía británica Gravity Industries creó un traje volador que podría ser utilizado por paramédicos para atender emergencias médicas en cuestión de minutos.
Después de un año de conversaciones con la organización benéfica de ambulancias denominada Servicio de Ambulancia Aérea de Great North (GNAAS, por sus siglas en inglés), la empresa probó el traje en las montañas del distrito Lake, en Gran Bretaña, el pasado 29 de septiembre.
Durante la prueba, se simuló que una niña de 10 años había caído en un acantilado. Al respecto, Andy Mawson, director de operaciones de GNAAS, señaló:»Hay docenas de pacientes cada mes dentro de la huella geográfica compleja pero relativamente pequeña de Lake. Pudimos ver la necesidad. Lo que no sabíamos con certeza es cómo funcionaría esto en la práctica. Lo hemos visto ahora y es, honestamente, asombroso”Andy Mawson, director de operaciones de GNAAS
El paramédico voló sobre las colinas de Helvellyn, la tercera montaña más alta de Inglaterra, para llegar al lado de la niña y evaluar sus heridas en tan sólo 90 segundos. En una situación tradicional, los socorristas habrían tardado 25 minutos en llegar a ella.
El traje puede alcanzar velocidades de 51 kilómetros por hora y tiene motores en miniatura, que son similares a los que se usan en los avionesy van colocados en las mangas y la zona de la espalda.»La forma en que soplan tanto aire hacia abajo le permite despegar del suelo. Toda la maniobrabilidad se reduce a tu propio equilibrio y coordinación humanos. Si apuntas los motores cada vez más hacia abajo, subes; si los apagas, bajas de nuevo”Andy Mawson, director de operaciones de GNAAS
Mawson asegura que su uso es muy seguro, en parte porque su límite de altitud es de 3 mil 658 metros.“Es muy seguro, solo vas a una altura donde si te caes podrías recuperarte, no sería una lesión terrible”Andy Mawson, director de operaciones de GNAAS
Asimismo, reveló que GNAAS está llevando a cabo algunas modificaciones al traje antes de que se utilice en escenarios de rescate reales el próximo verano, ya que el traslado se complica cuando el tripulante viaja con un botiquín.“Por experiencia personal sé que llevar un botiquín médico por la ladera de una montaña en los lagos es muy difícil… No estamos hablando de grandes distancias, sino de pendientes pronunciadas”Andy Mawson, director de operaciones de GNAAS