Por Francisco Tijerina Elguezabal
“El chiste se cuenta solo.” // Dicho popular
Como
broma pasa, pero si es cierto lo que dijo Miguel Treviño de que
buscará la reelección como alcalde de San Pedro Garza García,
Nuevo León, valdría la pena el conocer en qué encuestas de
popularidad y preferencia basa su intentona porque, como dice “ya
saben quién”, resulta que muchos tenemos “otros datos”.
No
se requiere una encuesta de gran profundidad, basta con caminar por
San Pedro, ir de compras o a un restaurante, hacer el súper o
charlar con quienes viven en el municipio para saber que Treviño no
ha sido capaz de generar un ambiente positivo, de empatía hacia su
persona y administración y de reconocimiento a su labor.
Sí,
sí, sí, dirán que los tiempos, que la pandemia y que todo lo que
quieran, pero el punto es que el primer alcalde independiente de San
Pedro llegó, como dicta la moda, con una altísima expectativa de
que iba a cambiarlo todo y resulta que no pudo hacer nada o si acaso
muy poquito.
Los sampetrinos lo perciben distante, sordo a
los reclamos y sin compromiso hacia las necesidades de la ciudadanía,
como si el alcalde viviese en otro mundo, el suyo propio.
Para
colmo, Miguel Treviño quiere recolectar las firmas que requiere el
registro de su candidatura independiente sin pedir licencia al cargo,
lo que de ya levantará hartas sospechas y le van a tirar con todo
porque tendrá con certeza la acusación de haberlo hecho en horas de
trabajo y de haber empleado a servidores públicos.
Ya
sabemos que no quiere hacerlo así e incluso que dijo que buscará
conformar un equipo alterno, sin embargo resulta que “la burra no
era arisca, la hicieron” y como le digo, lo van a dar la sentencia
por adelantado y entonces será culpable hasta que no demuestre su
inocencia, lo que le significará un enorme desgaste innecesario.
A
Treviño se le olvida su formación de periodista y cree que puede
andar por la vida con una atavío impoluto, sin embargo no debería
confiarse porque en un descuido los periodistas del lugar en donde
alguna vez trabajó bien le podrían montar el muy conocido numerito
de colarle a un “voluntario” para sacarle trapitos sucios y
encontrarle algo que aunque no sea un pecado, lo parezca.
Miguel
tiene que recordar aquello de “La mujer del César no sólo debe
ser honrada; sino también parecerlo” y si en realidad cree, piensa
y está seguro que conseguirá las firmas y que ganará la elección
constitucional, ¿qué necesidad hay de ponerse en el tocadero?
Lo
interesante hoy es esa visión que tiene de que conseguirá el apoyo
popular para refrendarse en el cargo.
Le insisto, la
percepción hoy es que no contaría con el beneplácito de la mayoría
de los sampetrinos, aunque pudiese ser que la apuesta de Treviño sea
el que los partidos pongan candidatos no tan buenos y convertirse en
“el menos peor” y así quedarse otros tres años.
Como
broma, repito, pasa, pero si es en serio, se me hace muy alta la
apuesta.
ftijerin@rtvnews.com