Por Eloy Garza González
Los líderes empresariales en contra de AMLO dicen estar muy preocupados. Ya cerraron la alianza PRI-PAN en Zacatecas. Y en Colima. Pero no les convence para Nuevo León ningún candidato a gobernador que pueda unir al PRI y PAN en contra de Morena. Y si no se unen, van a perder. El plazo se agota. Los tiempos se acortan. La Comisión Estatal Electoral de Nuevo León fijó el 20 de noviembre como fecha límite para registrar coaliciones.
A la cúpula empresarial anti-AMLO ningún nombre les convence, Y así no podrán frenar en las urnas a quien puntea como ganadora en las encuestas (las reales) y es la mejor posicionada para contender por ese cargo: Clara Luz Flores Carrales.
¿Quién podría ser un perfil competitivo, capaz de abanderar la alianza PRI-PAN? ¿Quién podría ser el caballo negro del PRIAN para esta elección?
Las respuestas a estas preguntas resultan decisivas porque el escenario económico pinta catastrófico: más de cien mil empleos se han perdido en la entidad por culpa de la pandemia.
Miles de comercios están en quiebra: fondas, restaurantes, bares, centros sociales, cines, tiendas y estéticas.
Y el Pacto Fiscal estrangula cada vez más a nuestro estado porque la gente de Nuevo León aporta mucho y la federación nos regresa proporcionalmente muy poco.
¿Por qué ante esta grave crisis económica, el PRI y el PAN no han podido nombrar un candidato común en Nuevo León? Antes de responder, veamos quienes se han apuntado hasta la fecha.
El primero que levantó la mano fue el senador Victor Fuentes, pero los dueños del PAN en Nuevo León no lo pueden ver ni en pintura. El segundo en levantar la mano fue Felipe de Jesús Cantú. Pero cualquier alianza de ellos con Adrián de la Garza sería imposible. Victor Fuentes y Felipe de Jesús insisten en que los Medina le robaron al segundo la alcaldía de Monterrey. Así se lo dijeron en su cara a Marko Cortés.
Por su parte, Fuentes ha declarado que “no tendría cómo justificar una alianza con AMLO ni con Rodrigo Medina”. Y no ve atractiva una posible coalición “con quienes se robaron el estado como los Medina”.
¿Podrían hacer una coalición el PRI y el PAN en estas condiciones? No. ¿Podrían juntarse los dos partidos? No. Ni siquiera con Ildefonso Guajardo, quien según las cúpulas del PRI y del PAN, goza de reputación bien ganada, pero no tiene trabajo en tierra, ni estructura ni equipo.
¿Entonces quién? Mañana le seguimos con el dilema.
