Un grupo de astrónomos de la Liverpool John Moores University, liderado por Danny Horta, encontró los restos de una «galaxia fósil» en el centro de la Vía Láctea, esta habría sido absorbida hace 10 mil millones de años, como parte de la formación del conjunto estelar donde se encuentra nuestro Sistema Solar.
Esta «galaxia fósil», conocida como «Heracles«, se detectó gracias al Experimento de Evolución Galáctica del Observatorio Apache Point (APOGEE), el cual usa infrarrojo para hacer análisis a través del polvo estelar; con esto notaron una serie de estrellas en el centro de la Vía Láctea que eran diferentes al resto.
Su composición química era diferente en cuanto a metales y su desplazamiento mucho más rápido, por lo que se determinó que las luminarias no son originarias de esta parte del universo; sino que habrían sido parte de otros conjunto estelar que se fusionó con el nuestro.
Las galaxias absorbidas se encuentran en el halo de la Vía Láctea
Otra cosa que llamó la atención de los investigadores acerca de esta «galaxia fósil«, es que no se encuentra en el halo de la Vía Láctea, sino en el corazón de esta, algo sumamente atípico y que índica una etapa de extensa formación y actividad.
Además, gran parte de las estrellas de «Heracles» han permanecido juntas, en lugar de dispersarse e integrarse con el resto del ecosistema galáctico al cual pertenecen ahora; en otras palabras, la galaxia literalmente se insertó en la Vía Láctea, en lugar de disolverse al momento de la absorción.
Con estos nuevos datos, se espera resolver algunas dudas acerca de cómo se formó nuestra galaxia, así como el tiempo de vida y actividad que llegan a tener estas grandes masas donde se agrupan gran parte de los elementos que integran el espacio profundo.
Además, podría dar un vistazo al futuro de la Vía Láctea, pues no hay que olvidar que esta ha comenzado a chocar en contra de Andromeda, por lo que se espera que en miles de millones de años formen un nuevo conjunto estelar.