Por Francisco Tijerina Elguezabal
“La brevedad es el alma del discurso. Hablar en exceso sugiere la desesperación por parte del líder.” // Ciro el Grande
Justo cuando hemos dicho que la lucha política se dará teniendo como principal arma “el mensaje” y que los medios y redes sociales serán el campo de batalla, Luis Donaldo Colosio lo ha vuelto a hacer, de nueva cuenta ha pateado el bote para decir sin decir, difundiendo un video sin pies ni cabeza.
Al más puro estilo de “El Son de la Negra” que dice “a todos diles que sí, pero no les digas cuándo”, Colosio Riojas empleó poco más de cinco minutos para anunciar que busca ser candidato a la alcaldía de Monterrey, pero no dice por qué partido, además de quejarse de las campañas negras y acusaciones en su contra.
Con un larguísimo texto plano, bobo, intrascendente, plagado de lugares comunes y frases hechas, Colosio te deja al final de su video con la sensación de que no te dijo nada.
En cuanto al video está pésimamente mal editado, con saltos y “brincos” que dejan ver que el personaje se equivocó mil veces al momento de grabar y que tuvieron que cortar y reanudar la filmación, pero en la edición no cuidaron los planos; dos tristes encuadres, -abierto y cerrado- son el recurso empleado para entregar un producto pobre, triste, aburrido.
Para finalizar, Luis Donaldo viste una chamarra ligera azul muy parecida, si no es que es la misma, a la que empleó en su mensaje navideño; el set se aprecia exactamente igual, pero sin el pinito navideño.
Toda la vehemencia que el muchacho pone en su alocución se va por la borda por el insulso texto que lee en el teleprompter.
El joven desaira lecciones clave en el mensaje político como aquello de “menos es más” o “lo bueno siendo breve, doblemente bueno”.
No tengo idea si el discurso lo redactó el mismo Colosio o si cuando menos lo pasó a revisión a un profesional con experiencia. El chamaco olvidó que su padre hace 27 años pronunció una de las piezas de oratoria más bellas que he conocido y que hasta la fecha es un referente en la política mexicana, aquel mensaje en el Monumento a la Revolución del que conozco su historia y quiénes tomaron parte en su elaboración.
John F. Kennedy tuvo detrás la brillante pluma de Ted Sorensen hace 60 años, con lo que quiero decir que no sólo es un asunto de coyuntura y circunstancia del momento actual, sino una exigencia de la comunicación política en todo momento: la clave es el mensaje.
Colosio acusó sin acusar, dijo que quiere ser pero no dijo cómo ni por qué partido y así es como comerte un taco de carne asada, pero sin carne asada.
Una larga perorata para terminar diciendo lo que todos ya sabían.