George Clooney se ha ganado fama no sólo como actor o como bebedor de café de “maquinita”, además por la determinación con la que se ha lanzado a la defensa de los derechos humanos en el mundo, en coordinación con su esposa, la abogada de origen libanés Amal Ramzi.
Esta vez el objetivo de su lucha es el sultán Hassanal Bolkiah, que ordenó que a partir del próximo 3 de abril, “Brunei empezará a lapidar y azotar hasta la muerte a aquellos ciudadanos que sean gays”. Además la pena se hará extensiva contra adúlteros, personas LGBT y aquellos musulmanes que no respeten al pie de la letra la Ley Islámica.
La estrategia de Clooney ya fue ensayada hace tiempo en Los Ángeles, California, donde promovió un boicot contra dos hoteles, propiedad del Sultán, en donde se daba trato discriminatorio a los miembros de la comunidad LGTB.
Esta vez la campaña de Clooney es más ambiociosa, porque está convocando a boicotear la cadena hotelera Dorchester Collecion, propiedad del sultán, que agrupa dos hoteles en Londres, uno en Ascot, dos en Los Ángeles, dos en París, uno en Roma y otro en Milán.
“Cada vez que nos alojamos o cenamos en cualquiera de esos establecimientos, damos dinero a quienes lapidan o pegan latigazos a sus propios ciudadanos”, escribió Clooney. “¿Vamos a ayudar a pagar esas violaciones de los derechos humanos?”
Como sucedió hace años en Los Ángeles, este boicot podría no tener mucho impacto en la economía personal del Sultán de Brunei, pero Clooney insiste en que puede sentar un precedente y que en el futuro la presión económica logre lo que los acuerdos internacionales sobre los Derechos Humanos no han podido.Con información de Notimex