El Papa Francisco publicó tres documentos para prevenir, combatir y procesar ante la justicia a quienes cometan abusos sexuales contra menores en instalaciones del Vaticano y en otras instituciones de la Iglesia Católica en el mundo.
Se establece la obligación de denuncia inmediata cuando se tenga noticia del abuso bajo pena de multa o cárcel, y la ampliación de la prescripción de estos delitos hasta que la víctima cumpla los 38 años, difundió la agencia de noticias Aciprensa.
El Vaticano difundió el contenido de la Carta Apostólica en forma Motu Proprio sobre la protección de menores y de personas vulnerables, junto con una ley para el Estado Vaticano y unas líneas guías para su aplicación.
“La tutela de menores y de personas vulnerables forma parte integrante del mensaje evangélico que la Iglesia y todos sus miembros están llamados a difundir en el mundo”, escribió el Pontífice en el inicio de su Carta Apostólica.
Por lo tanto, enfatizó, “deseo reforzar aún más el marco institucional y normativo para prevenir y combatir los abusos contra los menores y las personas vulnerables” en la Iglesia.
Subrayó que el objetivo es que en la Curia Romana y en el Vaticano haya “una comunidad respetuosa y consciente de los derechos y necesidades de los menores y de las personas vulnerables”, que conlleve a que “se madure en la conciencia del deber de señalar los abusos ante las autoridades competentes”.
El documento puntualiza la necesidad de que “se reconozca a aquellos que afirman haber sido víctimas de explotación, de abusos sexuales o de maltrato, así como a sus familias, el derecho a ser acogidos, escuchados y acompañados”.
Para ello considera relevante que “se ofrezca a las víctimas y a sus familias una sanación pastoral además de un adecuado apoyo espiritual, médico, psicológico y legal”.
Y por consecuencia que “se expulse de sus encargos al condenado por haber abusado de un menor o de una persona vulnerable y, al mismo tiempo, que se le ofrezcan las medidas adecuadas para su rehabilitación psicológica y espiritual, con el objetivo de su reinserción social”.
Para lograr esos objetivos, el Papa Francisco, por medio de este Motu Proprio, establece que todo el personal de la Santa Sede “están obligados a presentar, sin demora, una denuncia al promotor de justicia del tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano siempre que, en el ejercicio de sus funciones, tengan noticia o fundados motivos para pensar que un menor o una persona vulnerable haya sido víctima” de los delitos de abusos en sus diferentes formas.
Este Motu Proprio se publica a más de un mes de la clausura en el Vaticano del Encuentro sobre Protección de Menores, evento en el que se anunciaron una serie de normativas y códigos legales destinados a proteger a los menores en la Iglesia y a prevenir los abusos.
En 2013, el Papa Francisco actualizó las leyes de la Ciudad del Vaticano para incluir la criminalización de la violencia sexual contra menores.