El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el recorte de 500 millones de dólares de la ayuda destinada al Triángulo Norte de Centroamérica, conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador, para frenar la inmigración ilegal y aumentar la seguridad en la región.
La cadena de noticias Univisión reportó este sábado que el mandatario pidió el viernes al Departamento de Estado iniciar el proceso para informar al Congreso estadounidense sobre el recorte de los 500 millones de dólares de ayuda al Triángulo Norte de Centroamérica.
Trump culpó por lo que califica como una «crisis migratoria» a los gobiernos de la región, así como al de México, al que advirtió que cerrará la frontera la semana próxima, por «no hacer lo suficiente» para frenar el éxodo centroamericano.
«No habrá más dinero para ellos», enfatizó el mandatario en declaraciones a los periodistas, durante un viaje a Florida en el que estuvo acompañado por los senadores Marco Rubio y Rick Scott, y el gobernador Ron DeSantis.
«Les estábamos dando 500 millones de dólares. Les estábamos dando mucho dinero pero ya no habrá más dinero… Ellos arreglan estas caravanas (de migrantes) en algunos casos y ponen a la peor gente en ellas, no a los mejores. Así resuelven sus problemas y (los migrantes) marchan hasta aquí», dijo Trump, sobre los miles de migrantes centroamericanos que en los últimos meses han marchado para ingresar a territorio estadounidense.
La televisora citó fuentes según las cuales, la falta de fondos ya está teniendo un impacto, ya que quienes gestionan los presupuestos intentan reorganizar el poco dinero que queda en el proceso, por lo que «se ha llegado a un punto crítico. Estamos a una o dos semanas de tener que cerrar programas y comenzar a despedir personas», indicó una de las fuentes, al precisar que «todos los programas se están reduciendo a un nivel mínimo para que no se acaben».
La cadena indicó que existen restricciones legales a las interferencias de la Casa Blanca en el presupuesto establecido por el Congreso, pues según el experto Adam Isacson, de la Oficina de Washington para América Latina, «en el caso de la ayuda para América Central, sería ilegal no gastarla como se especifica». La Casa Blanca tiene hasta el 30 de septiembre para asignar los fondos, agregó.
La ayuda que Trump cortó este viernes es parte de un programa bipartidista diseñado por el gobierno del entonces presidente Barack Obama para reducir la inmigración ilegal al aumentar la seguridad e incrementar la gobernabilidad, así como alentar la creación de empleos en esa región. Los fondos también sirven para financiar programas judiciales, de desarrollo rural, y para ayudar a los campesinos a trabajar sus tierras de cultivo para acabar con la probreza, entre otras metas.
La decisión del presidente Trump «contradice» a las declaraciones de sus asesores, según la cadena de noticias.
«La postura del presidente de acabar con la ayuda al Triángulo Norte demuestra una vez más que su política exterior está basada en una mala interpretación personalista de lo que está pasando alrededor del mundo», dijo el exembajador de Estados Unidos, John Feeley. «Sus asesores principales le dijeron que una pequeña cantidad de la asistencia extranjera ayudará a lograr la meta de frenar el flujo migratorio, y en un ataque de ira, los contradijo. No es así como un gobierno serio maneja la política exterior. Así es como funcionan las dictaduras de segundo nivel».