Por Eloy Garza González.
Víctor Fuentes me dio su primera entrevista como virtual candidato a la alcaldía de Monterrey por la coalición “Juntos Haremos Historia”. Fue una larga entrevista que después continuamos en el programa de televisión “Charla con Eloy Garza”, en Azteca Noreste. Me reveló una buena cantidad de indiscreciones que las ventilamos en su momento.
Acababa de pedir licencia como senador (entró tarde a la contienda) y aún estaba abierta su herida con el PAN: a Víctor sus correligionarios lo trataron con nula deferencia. Lo orillaron a renunciar a su militancia de muchos años. Fernando Larrazábal le quitó la candidatura a la alcaldía regia y Marko Cortés no quiso recibirlo. “No les guardo rencor” me dijo en mi casa, al calor de un vino tinto que dejamos a la mitad, “pero me voy”.
Luego vino su aventura regia a la que ahora renuncia, aunque siempre respetó a la candidata Clara Luz Flores. Dice que la bronca no es con ella. “Prefiero separarme en los mejores términos”. Finalmente, Fuentes habrá de reincorporarse a su curul en el Senado.
¿Por qué renunció Víctor?
Formulo tres motivos:
1.- A Fuentes se le quiso relacionar de más con la doctrina de Morena. Nunca pretendió amarrarse con el partido del Presidente y si había aceptado la candidatura, fue porque lo arropaba una coalición de partidos. Tanto así, que una de las quejas suyas en los pasados debates (a los que por congruencia no debió asistir), fue que el rótulo frente a su atril decía “Morena” no “coalición”.
2.- Las expectativas personales de Víctor se redujeron paulatinamente. Su candidatura para Monterrey simplemente no prendió como él esperaba. Fue una campaña austera, de buenas propuestas, pero alcances limitados. Así de simple. Antes de verse en la encrucijada de negociar su derrota, administró su salida.
3.- La reciente “vuelta de tuerca” que ha experimentado la campaña electoral en Nuevo León, avizora un encono de lo que, para Fuentes, es una “desgastante situación donde se busca ganar a base de presiones, mentiras, señalamientos, guerra sucia, descrédito y denuncias”. Víctor no estuvo dispuesto a seguir por ese camino.
Con la decisión de Fuentes, y con el reciente comunicado de la FGR contra dos candidatos a la gubernatura, en este proceso electoral en curso “todo lo sólido se desvanece en el aire”. Y el piso de hielo en la contienda local, ya de por sí tan frágil, se vuelve más quebradizo con la judicialización de los comicios. Tiempos de cinismo y degeneración de la búsqueda del poder.
Queda la mitad de la botella de vino tinto en mi casa. Invito a Víctor a hacerle los honores correspondientes mañana o pasado y a que me cuente los pormenores de su renuncia a la candidatura. Para después venírselos a contar a ustedes con lujo de detalles, porque mi pecho no es bodega y son ustedes, los lectores, a quienes me debo exclusivamente.