La directora ejecutiva del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, Lise Kingo, deploró el lento avance en la igualdad de género en el lugar de trabajo, al afirmar que de mantenerse esa tendencia se podrían perder grandes beneficios económicos.
De acuerdo con la directora ejecutiva de esa red empresarial, el progreso económico en materia de género es demasiado lento, pues según datos publicados por el Foro Económico Mundial, de mantenerse las tendencias actuales se necesitarán 202 años para cerrar la actual brecha de género en el lugar de trabajo.
“Durante casi treinta años he participado en cualquier debate sobre género y no estoy segura de que hayamos avanzado. En algún momento pensé que podríamos allanar el camino para la próxima generación de mujeres, pero no creo que eso suceda”, alertó Kingo, según un reporte del portal Noticias ONU.
La directiva dijo sobre las oportunidades de trabajo que hay barreras culturales que impiden que las mujeres reciban el mismo trato que los hombres. Añadió que hay un sesgo inconsciente donde, de modo involuntario, las personas consideran que los hombres están más capacitados para realizar ciertos tipos de trabajo.
Kingo estimó que el impacto de la igualdad de género en los resultados finales debería suponer un incentivo para que muchas más empresas modificaran y mejoraran sus prácticas.
“Sería fantástico que las empresas del Pacto Mundial de las Naciones Unidas se adhirieran a los Principios de Empoderamiento de la Mujer y que los incluyeran como parte de su estrategia empresarial”.
“Estudios indican que las compañías que tienen mujeres en puestos de liderazgo rinden a un mejor nivel financiero que las compañías que no las tienen. Hay razones para impulsarla tanto desde la perspectiva de negocios, de la economía global y de los derechos humanos”.
ONU Mujeres se unió en 2010 al Pacto Mundial para crear “Los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres”, que buscan establecer “un conjunto de buenas prácticas empresariales que promueven la igualdad entre mujeres y hombres en todas las áreas de gestión”, y proporcionan una “herramienta para el análisis de brechas” que ayuda a empresas a medir su éxito en la aplicación de principios.
Entre las prácticas destacan garantizar que se tenga en cuenta la paridad de género a la hora de nombrar a altos directivos, que se seleccione el mismo número de candidatas y candidatos cuando se abra una vacante, y que existan servicios de orientación profesional para ayudar a las mujeres a avanzar en sus carreras.
