Una impresionante columna de humo gris se desprendía esta tarde de la parte superior central de la catedral de Notre Dame, la cual se encuentra envuelta en llamas que hacia las 20:00 horas (19:00 GMT) abarcaba por completo la aguja que acabó por derrumbarse.
Hacia las 20:30 horas (19:30 GMT) la columna se había convertido en una débil fumarola, pero seguían los trabajos de los bomberos, pues el fuego no había sido apagado en su totalidad.
Los bomberos han hecho llamados urgentes para que nadie se acerque a la Ile de la Cite, en el centro del río Sena que cruza la capital francesa y hogar del histórico edificio, lo que incluye a las embarcaciones que circulan por la zona.
El mayor temor que acabó por materializarse era por la llamada aguja, la cual quedó envuelta en llamas antes de derrumbarse.
El templo católico dedicado a la Virgen María, cuya construcción inició en 1163 y terminó 82 años después en 1245, se precia de ser una de las catedrales góticas más antiguas del mundo, que recibe al menos 13 millones de visitantes cada año.
La alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, ha calificado el fuego de «terrible incendio», expresión que parece quedarse corta ante la magnitud de las imágenes transmitidas por la televisión y también por las cuentas en redes sociales de parisinos y turistas.
Al principio el fuego parecía respetar sus dos torres de 69 metros de altura cada una y con 387 escalones para alcanzar su área más elevada, las cuales son parte central de su fachada, donde la literatura describe que vivió el jorobado de Notre Dame, fruto de la pluma de Víctor Hugo.
Las llamas se estima que surgieron de las tareas de restauración que se hacían desde hace algunos días, una más de las varias tareas de mantenimiento que se han realizado desde su erección, una de las más importantes a la mitad del siglo XIX, la cual incluyó reforma de capillas y más estatuas.
Los bomberos han copado la plaza de Notre Dame, que a su vez marca el punto cero de todas carreteras francesas. Los turistas que fueron desalojados y los que aún llegaban, se encuentran afuera de esa plaza contenidos por la policía.
Desde esa plaza se distinguen los tres portales que componen la fachada. El del Juicio Final ubicado al centro, con esculturas mostrando la resurrección y un ángel que con una balanza pesa virtudes y pecados.
A los lados se encuentran los otros dos portales, consagrados a la Virgen María y su progenitora, Santa Ana.
Los portales se encuentran coronados por 28 estatuas que representan a otros tantos reyes de Judea previos a la llegada de Cristo.
Estas estatuas no son las originales, ya que estas provenientes de la Edad Media, representaban reyes de Francia y fueron destruidas durante el levantamiento popular de la Revolución Francesa.
El edificio buscaba en su origen representar el poder de París del siglo X, y con el paso del tiempo quedó confirmada como uno de los símbolos inconfundibles de la capital francesa, al lado de la Torre Eiffel o el Arco del Triunfo.
La edificación ha estado vinculada a hechos sobresalientes de la historia francesa y de toda Europa, como la coronación como emperador de Napoleón Bonaparte el dos de diciembre de 1804, quien se colocó a sí mismo la corona que debía poner sobre sus sienes el papa Pío VII.
En su interior fue beatificada Juan de Arco en 1909, considerada el símbolo de la unión entre los franceses, quien fue quemada viva el 30 de mayo de 1431.
Ahí mismo fue coronado Enrique VI de Inglaterra en 1429, y fue el escenario de la misa de réquiem de Charles de Gaulle, héroe de la resistencia y luego presidente francés en la segunda parte del pasado siglo.
La emblemática Catedral de Notre Dame fue la inspiración del escritor francés Victor Hugo (1802-1885) para su obra Nuestra Señora de París (1831), cuya protagonista era una bella gitana llamada Esmeralda y un jorabado sordo llamado Quasimodo, entre otros personajes, que forman parte ya del acervo cultural universal.