Tras la ejecución de dos elementos de tránsito en el área metropolitana de Monterrey, la alcaldesa de Guadalupe, Cristina Díaz Salazar dijo que la instrucción es que los elementos trabajen con chaleco antibalas. Esto sucede desde el ataque que sufrió una oficial de tránsito en Guadalupe, cuando recién iniciaba su administración municipal.
“Desde que nosotros tuvimos un incidente el año pasado, con una oficial Tránsito. Recordarán ustedes que fue un incidente de seguridad que tuvo, creo que fue en el mes de noviembre, sino mal recuerdo, desde entonces, la instrucción que ha dado el doctor, Gerardo Palacios Pámanes, Secretario de Seguridad, es que ningún tránsito puede dejar de usar el chaleco. Es decir, todos aquellos que dan y prestan un servicio, deben de traer el chaleco balístico, para proteger su seguridad”.
Díaz Salazar lamentó los hechos que se registraron en el municipio de Apodaca, donde un oficial que prestaba su servicio en la Avenida Concordia, fue asesinado: “Lamentamos muchísimo los hechos en Apodaca, en verdad nos entristece mucho”.
También en Escobedo se han tomado ya precauciones. Tras los constante ataques en contra de agentes de Tránsito de los diferentes municipios, el secretario de Seguridad Ciudadana y Justicia Cívica, Hermelindo Lara Cruz, explicó que el 90 por ciento su corporación puede portar armas de fuego.
Lara Cruz, precisó que todos aquellos elementos de Tránsito que cuenten con su permiso de porte de arma, pueden andar en las calles haciendo labores con pistola: «En Escobedo el noventa por ciento de los oficiales de Tránsito puede portar su armamento para su legítima defensa».
A raíz de los ataques se vieron en la necesidad de reorientar sus operativos e inspeccionar que los Tránsitos porten su equipo de seguridad, como lo son los chalecos antibalas.
“Estamos reorientando nuestro despliegue operativo, mantenemos el equipo de protección de nuestros elementos, y estamos siguiendo con nuestro trabajo profesional en nuestras zonas, permaneciendo siempre alerta”.
Puntualizó que se está supervisando que porten sus equipos de protección que, desde luego, son obligatorios.
