El caso del chófer y escolta del periodista Héctor de Mauleón sacudió las redes sociales este martes, pues personajes como la periodista Isabel Arvide Limón y el diputado federal Gerardo Fernández Noroña exigieron al comunicador revelar el nombre de su colaborador, quien mató a un presunto delincuente durante un intento de asalto en la colonia Condesa la tarde del lunes.
En mensajes en sus respectivas cuentas de Twitter, Arvide Limón y Fernández Noroña consideraron que De Mauleón debía hacer público el nombre de su empleado debido a que, por desempeñarse en ese oficio, puso fin a la vida de un presunto asaltante e hirió gravemente a otro. Además, cuestionaron los recursos económicos del comunicador, al asegurar que un escolta cobra entre 40 mil y 50 mil pesos mensuales, según sus cuentas.
De acuerdo con lo informado hasta ahora por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, el militar en retiro fue liberado durante la madrugada del martes al sumarse una serie de indicios que confirman la versión de que actuó en legítima defensa ante la amenaza de los supuestos asaltantes.
¿Qué dice el Código Penal sobre la “legítima defensa”?
La procuradora Ernestina Godoy indicó que se espera el resultado de algunas pruebas periciales para acreditar la causal de “legítima defensa” y que a la brevedad se rendirá un informe general sobre el caso. En declaraciones a reporteros, agregó que ya se cuenta con un retrato hablado del tercer presunto criminal involucrado y que se espera obtener más información a partir del testimonio del detenido.
De acuerdo con el Artículo 29 del Código Penal de la Ciudad de México, la legítima defensa es considerada una causa de exclusión de delito cuando se repela una agresión real, actual o inminente y sin derecho, en defensa de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que exista necesidad de la defensa empleada y que no se haya incurrido en algún tipo de provocación.
“Se presume que existe legítima defensa, salvo prueba en contrario, cuando se cause un daño a quien por cualquier medio trate de penetrar o penetre, sin derecho, al lugar en que habite de forma temporal o permanente el que se defiende, al de su familia o al de cualquier persona respecto de las que el agente tenga la obligación de defender, a sus dependencias o al sitio donde se encuentren bienes propios o ajenos respecto de los que exista la misma obligación. Igual presunción existirá cuando el daño se cause a un intruso al momento de sorprenderlo en alguno de los lugares antes citados en circunstancias tales que revelen la posibilidad de una agresión”, reza el Artículo 29 del Código Penal de la Ciudad de México.
“Es una persona de honestidad a toda prueba”
En entrevista con Azucena Uresti, en Radio Fórmula, Héctor de Mauleón lamentó la postura de Arvide Limón y Fernández Noroña y consideró que se trata de una muestra más de la polarización política que se vive en redes sociales.
El periodista reveló que suma más de 3 años con su colaborador y que no forma parte del mecanismo del gobierno federal para la protección de periodistas y defensores de derechos humanos, pues sólo se mantuvo dentro de ese programa por un breve periodo.
De Mauleón destacó la calidad humana de su escolta y lamentó que se trate de atentar contra su bienestar, pues revelar su nombre podría poner en riesgo su seguridad ante posibles represalias de cercanos a los criminales.
“Es una persona de honestidad a toda prueba, una transparencia increíble. De verdad que una persona entrañable. Me lastimó, me conmovió mucho, verlo perturbado después de lo que ocurrió. El mismo entregó la pistola y le quitó el cargador. él mismo llamó a la policía y se puso a disposición”.
Las normas que regulan las actividades de los escoltas
La Ley de Seguridad Privada es el ordenamiento que, a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, regula las actividades de las personas que prestan servicios de escoltas.
De acuerdo con dicho documento, un escolta se define como “aquel elemento de las instituciones oficiales o particulares, dado de alta en el registro de escoltas, designado para la protección y seguridad de personas, sin importar la denominación o forma de contratación que se le dé”.
En el cuerpo normativo se establece que quienes presten dicho servicio deben estar dados de alta en un registro oficial del gobierno capitalino y someterse tanto a cursos de inducción, como de preparación y seguimiento. De acuerdo con datos oficiales, más de 2 mil 300 personas se desempeñan como trabajadores en ese rubro.
Entre los requisitos establecidos para obtener el permiso de escolta se encuentra un examen médico, mismo que toma en cuenta elementos como: peso, talla, condición física, locomoción, reflejos, resistencia, velocidad y elasticidad de acuerdo con las características generales y particulares; así como agudeza visual, auditiva y motriz, diagnósticos pulmonar, cardiológico y odontológico.
Foto propiedad de: Moisés Pablo/Cuartoscuro
