La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, advirtió que el repunte de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China es una amenaza para la economía mundial, mientras Beijing confirmó la nueva ronda de negociaciones de esta semana en Washington.
Los recientes “rumores, tuits y comentarios” no son favorables a un acuerdo comercial entre ambos países, dijo tras su intervención en la conferencia sobre el riesgo para la estabilidad financiera del creciente endeudamiento de los países en desarrollo.
“Teníamos la impresión de que esta amenaza se estaba alejando, que las relaciones mejoraban y que íbamos hacia un acuerdo”, indicó Lagarde en alusión a las fricciones de los últimos días entre Estados Unidos y China.
De la misma manera se pronunció el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, anfitrión de la conferencia, al exhortar a Estados Unidos y China a evitar una escalada en las tensiones comerciales, las cuales podrían poner en peligro el crecimiento mundial.
“Realmente insto a todos a evitar las decisiones que podrían amenazar y poner en peligro el crecimiento mundial en los próximos meses”, declaró Le Maire antes de la conferencia en el Ministerio francés de Finanzas.
La celebración de la ronda 11 de negociaciones estos jueves y viernes fue confirmada por el vocero de la cancillería china Geng Shuang, quien insistió en que la décima sesión que culminó la semana pasada en Beijing tuvo resultados positivos.
Que se alcancen beneficios mutuos y un acuerdo ganar-ganar sirve a los intereses de China y Estados Unidos y de la comunidad internacional, cito este martes un despacho de la agencia Xinhua.
Por su parte la agencia especializada Bloomberg dijo que fuentes cercanas a las negociaciones adelantaron que China prepara sus propios aumentos de tarifas a bienes exportador por Estados Unidos en respuesta a las anunciadas por el presidente estadounidense Donald Trump este fin de semana.
De acuerdo con el secretario estadounidense de Comercio, Steven Mnuchin, China envío el borrador de un acuerdo que reabría áreas ya negociadas cuando se había concluido 90 por ciento de las negociaciones.