La senadora por Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado Castro, compartió que la periodista Lydia Cacho fue una de las personas que a nivel periodístico señaló al líder de la iglesia de La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, muchos años atrás, sin embargo, nadie quiso entrarle a investigar; así lo contó tras participar en la presentación del texto “Sexualidad, Religión y Democracia en América Latina”, coordinado por la académica Gloria Careaga.
La legisladora abundó que en México no ha sucedido nada respecto de señalamientos de abuso sexual, trata de personas y otros delitos contra líderes religiosos debido a la impunidad, y como en este caso, son las autoridades de otro país, Estados Unidos, las que han emprendido la investigación contra Naasón Joaquín.
“(Lydia Cacho) ha sido muy quisquillosa en sus investigaciones y al final resulta que son verdaderas… nos llama la atención que haya habido una historia donde realmente nadie le quiso entrar, sobre todo el viejo régimen, porque es una organización que la impulso y tenía una relación muy fuerte con el ex partido mayoritario.”
Tras la detención, Cacho publicó que las autoridades de Estados Unidos cuentan con las evidencias sobre amenazas a periodistas que investigaban abusos dentro de esa iglesia, incluida ella.
Patricia Mercado agregó que, tras la caída del Partido Revolucionario Institucional, La Luz del Mundo comenzó a diversificar su penetración en los partidos políticos a nivel local.
Explicó durante su ponencia que por las relaciones que tienen los grupos religiosos con partidos políticos, a quienes les ofrecen los votos de sus seguidores, hacen posteriormente cobro de favores y con ello se da paso a la impunidad, y no sólo intenten impulsar o frenar determinados temas.
La legisladora insistió en que en México se debe trabajar por mantener el estado laico y que no haya decisiones en la administración pública basados en dogmas de fe, a la vez invitó a los partidos políticos a no caer en la tentación de aumentar su fuerza social a partir de la promesa de voto de grupos religiosos, porque al final cada ciudadano vota de manera distinta.
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