Juan Manuel Alfaro Barbosa, investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León consideró que en el área metropolitana de Monterrey se respira un coctel de sustancias químicas, metales, compuestos metálicos altamente tóxicos. Determinó que la mala calidad del aire de Monterrey y su área metropolitana prevaleció 204 días del 2018, según estadísticas del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental de Nuevo León.
Las industrias, el alto tráfico vehicular y el sistema de transporte público ineficiente, generan una mala calidad del aire, pero, se han peguntado ¿qué tipo de contaminantes se respiran en esta metrópoli con más de 4 millones de habitantes?
“Si queremos clasificar a qué se debe la contaminación aquí en el área metropolitana de Monterrey, es complicado porque existen en conjunto diferentes tipos de industrias, un alto tráfico vehicular, un sistema de transporte público ineficiente. Es un coctel de sustancias químicas orgánicas e inorgánicas, metales, compuestos metálicos altamente tóxicos.”
Alfaro Barbosa estudia la composición química de los contaminantes para conocer las fuentes de generación, con el apoyo de las estaciones de monitoreo ambiental de Nuevo León, y mediante muestras y técnicas analíticas,
“En Cadereyta hemos encontrado compuestos aromáticos volátiles que sobrepasan, si los comparamos con las demás estaciones. En Obispado hemos encontrado carbonatos de calcio y de ahí podemos inferir: si es orgánico, es un proceso de combustión que puede venir del diésel o la gasolina; si es inorgánico, proviene del suelo o transformación de materiales y eso es lo que hemos encontrado en Santa Catarina, por ejemplo, que de alguna forma es lógico, ya que están ahí las pedreras.”
Otras estaciones que se han estudiado son las ubicadas en los municipios de San Nicolás de los Garza, Juárez, Monterrey (San Bernabé) e Higueras.
“La estructura química de componentes que están en las partículas, de una estación a otra, es muy cambiante. En el área rural tomamos muestras en Higueras, ahí por ejemplo no aparecen esas sustancias, aparecen más de origen natural, es sólo para hacer una comparativa”, precisó el doctor en química analítica por la Universidad de Hamburgo, Alemania.
El 5 de junio se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente. Este 2019, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hace énfasis en la lucha contra la contaminación del aire. A nivel mundial se estima que el 92 por ciento de los habitantes no respira aire limpio.
Predominan material particulado y ozono en Monterrey
El material particulado es uno de los principales contaminantes que sobrepasa los niveles permitidos en el área metropolitana de Monterrey. Éste se clasifica según su tamaño: PM 10 o PM 2.5 micrómetros: “El material particulado son las partículas que se generan en los procesos de combustión; puede ser carbón o partículas que son levantadas del suelo por erosión debido al tiempo”.
El profesor de la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL señaló que las partículas PM10 quedan retenidas en las vías respiratorias, produciendo efectos a nivel respiratorio. En tanto, las partículas PM 2.5 pasan al torrente sanguíneo, lo que puede, potencialmente, dañar cualquier órgano o sistema y producir modificaciones genéticas.
“El otro contaminante es el ozono, que se ha formado en la atmósfera a través de reacciones fotoquímicas de compuestos orgánicos, óxidos de nitrógeno. Siempre habrá ozono si tenemos óxidos de nitrógeno que se forman a través de la combustión”, puntualizó el coordinador del Laboratorio de Química Analítica Ambiental de la UANL.
Más allá de su Cerro de la Silla, a Monterrey se le conoce por ser una ciudad rodeada de montañas. Sin embargo, verlas ahora es cada vez más difícil por un grave problema de contaminación del aire que, además de afectar el paisaje, tiene impacto negativo en la calidad de vida de quienes viven en ella.
El aire es un elemento indispensable y esencial para la especie humana, sin él no podemos vivir más de cuatro minutos. La contaminación de ese elemento indispensable está estrechamente relacionada con enfermedades cardiovasculares, neurológicas, respiratorias, oftalmológicas, enfermedades de la piel, de huesos y hasta el riesgo de padecer cáncer.
Uriel Chavarría, Neumólogo e Intensivista de la Universidad Autónoma de Nuevo León dijo que “hace pocos meses se realizó un estudio en donde se midieron los niveles de contaminación de las ciudades más pobladas del país. En este estudio se dio a conocer que Monterrey se encuentra en la segunda posición, sólo por debajo de Toluca”.
Incremento y riesgo ante la mala calidad del aire
Desde 1992 empezó a operar el Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA), y desde entonces, sabemos que tenemos problemas de calidad del aire, por lo que los especialistas advirtieron que la contaminación es un riesgo grave a la salud y representa ya la quinta causa de muertes a nivel mundial, con aproximadamente 4.2 millones de decesos cada año.
Gerardo Mejía, asesor en el tema de Medio Ambiente del Consejo Nuevo León para el Desarrollo Estratégico y en la Agenda Ciudadana, y profesor titular del Departamento de Tecnologías Sostenibles y Civil de la Escuela de Ingeniería del Tecnológico de Monterrey aseguró: “esto es un problema grave porque tiene impactos muy fuertes en salud y, -aunque ha habido planes desde entonces para mejorar la calidad del aire-, las acciones no se han puesto en práctica”.
Aire limpio, un derecho para todos
María Enríquez, cofundadora del colectivo Comité Ecológico Interescolar consideró que la calidad del aire es un factor que además afecta a la población infantil: “El gozar de una vida sana y saludable es un derecho de las niñas, niños y adolescentes. Al no hacer nada, estamos limitando su calidad de vida, sus opciones para hacer ejercicio, salir al recreo, entre otras actividades. Como adultos, es nuestra responsabilidad hablar por ellos y velar por su futuro”.
Fernando Castilleja, Director Médico y de Enseñanza del Hospital Zambrano Hellion concluyó: “necesitamos poner en marcha una medida social de impacto ambiental donde todos tenemos responsabilidad, porque se han disparado las enfermedades respiratorias en adultos y niños, tanto de los fenómenos agudos como las enfermedades crónicas que se complican por problemas ambientales”.