La corrupción y el Estado de derecho son un desafío para México, ya que si se debilitan más, pueden afectar a la calificación del país, consideró la calificadora internacional Fitch.
El director global de calificaciones soberanas de Fitch Ratings, James McCormack, destacó que durante los últimos años el marco macroeconómico de México ha sido lo suficientemente fuerte como para que la agencia elevara la calificación del país del nivel actual de ‘BBB’ a ‘BBB+’.
Sin embargo, precisó, en temas como corrupción y Estado de derecho se ve bajo, débil, y no ha habido mejora en los últimos años, por lo cual “la gobernanza es todo un desafío para México para las calificaciones”.
“Si la gobernanza se debilita y hay asuntos en gobernanza, eso afecta la calificación a la baja”, agregó durante el foro anual de Fitch, con el tema Inversión, crecimiento y disciplina fiscal: Impactos crediticios en México.
“La corrupción está mal, y en el Estado de derecho tampoco le va muy bien a México en el contexto latinoamericano, esto baja las calificaciones de gobernanza”, insistió.
McCormack aclaró que Fitch no espera cambiar pronto la calificación soberana de México, tras haberla bajado el 5 de junio pasado a ‘BBB’ de ‘BBB+’, y modificó la perspectiva a “estable” desde “negativa”.
Apuntó que si bien el alto endeudamiento de Petróleos Mexicanos (Pemex) tendrá un impacto en las finanzas públicas del país y representa un desafío fiscal, este factor ya está incorporado en la rebaja a la nota soberana de México.