La organización internacional humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) condenó este viernes en Ginebra, Suiza, la decisión de los gobiernos de México y de Estados Unidos de expandir una política que obliga a las personas que buscan asilo en tierra norteamericana a que esperen sus trámites legales en las zonas violentas de México. De esta manera, se “ponen extremo” a dichas personas.
Los dos países acordaron ampliar la política de “permanecer en México” (oficialmente conocida como los Protocolos de Protección al Migrante) en Nuevo Laredo, una ciudad fronteriza en el estado de Tamaulipas que está controlada por grupos criminales, según MSF. La organización consideró que los solicitantes de asilo que llegan a Nuevo Laredo “están constantemente expuestos a robos, asaltos, extorsiones, secuestros y homicidios”.
Para MSF, dicha política es inaceptable. “Enviar a las personas que están buscando asilo de regreso a México y obligarlas a permanecer en Nuevo Laredo es una política inaceptable”, dijo María Hernández, colaboradora de MSF. “Esta política está colocando a las personas vulnerables en áreas controladas por organizaciones criminales, que ven a los migrantes como un producto y una fuente de ingresos”.
MSF brinda asistencia médica, de salud mental y servicios sociales a migrantes y refugiados en varios albergues en Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, tres ciudades mexicanas fronterizas con los Estados Unidos.
Según los datos de pacientes de MSF, de enero a mayo de este año, más del 45% de los 378 pacientes tratados por MSF en Nuevo Laredo han sufrido al menos un episodio de violencia en la ciudad, mientras esperaban para ingresar a los Estados Unidos. De los 378 pacientes tratados en los programas de salud mental de MSF en 2019, 45 personas (12%) fueron secuestradas, 26 de ellas en los siete días previos a su consulta de salud mental.
“La mayoría de nuestros pacientes no salen a la calle debido al riesgo inminente de secuestro”, dijo Hernández. “Los solicitantes de asilo que estamos tratando y asesorando en Nuevo Laredo son de muchos países, incluidos Cuba, República Democrática del Congo, Camerún y México. Sin embargo, sin duda, son las personas de América Central las más vulnerables al secuestro, y es esta misma población la que será devuelta a México en gran número debido a la política de refrendada en Nuevo Laredo”.
Dicha ciudad tamaulipeca no puede convertirse en una ciudad de recepción para las personas que buscan asilo en los Estados Unidos y buscan protección, advirtió MSF. “México no puede ser considerado un ‘país seguro’ para las personas que huyen de la violencia, y Tamaulipas es un buen ejemplo de esto”, dijo Hernández.
Incluso el sistema de asesoría de viajes del Departamento de Estado de Estados Unidos clasifica al Estado de Tamaulipas como Categoría 4, el nivel de alerta más alto que se usa a menudo en los países en guerra y eso lo hace para advertir a los norteamericanos que intentan viajar a México.
Según los testimonios recopilados por MSF, los grupos delictivos atacan a los migrantes y solicitantes de asilo tan pronto como llegan a Nuevo Laredo.
“Son secuestrados en las terminales de autobuses”, dijo Hernández. “Hay casas seguras donde son detenidos por extorsión, golpeados y asaltados. Algunos soportan amenazas de muerte, son detenidos por largos períodos de tiempo para trabajos forzados, son explotados sexualmente o reclutados por la fuerza por organizaciones criminales”.
La semana pasada, MSF denunció las recientes redadas y arrestos masivos de migrantes llevados a cabo por las autoridades mexicanas en la frontera sur del país con Guatemala. Estos tipos de redadas y arrestos de migrantes que viajan en rutas clandestinas los exponen a más peligros, incluidas las bandas criminales involucradas en la trata de personas, y les impiden acceder a los servicios de salud.