La Iglesia católica de Monterrey en voz del arzobispo Rogelio Cabrera López demandó al Estado Mexicano como a los ciudadanos tener precaución extrema y cuidar el paso de migrantes en este país, y así evitar casos de violaciones a los derechos humanos.
En su mensaje dominical reveló situaciones de algidez entre la ciudadanía, el Estado y los migrantes, por lo que advirtió que situaciones como las que se viven en Ciudad Juárez, Chihuahua donde se vulneran las garantías de las personas, es necesaria la intervención de la Comisión Nacional.
El también presidente del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera exhortó a la ciudadanía y a las autoridades a brindar un trato digno a los migrantes, sobre todo ahora que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump desencadenó de redadas para deportar a los migrantes indocumentados
“Se trata de hermanos nuestros que en su desesperación por encontrar un bien mayor para ellos y su familia, no se detienen a pensar en la mayoría de los casos en las consecuencias de ingresar sin documentos a otro país. Debemos abogar para que en cada momento se procure un trato digno de toda persona, particularmente para quienes viven situaciones de hostilidad”.
Añadió que por décadas los indocumentados han contribuido a que la Unión Americana prospere, por lo que deberían tener mayor consideración.
“Existen casos en donde el desplazamiento ha sido sencillo y sin problemas, pero hay muchos más que, desafortunadamente, se han encontrado con un sinfín de obstáculos y no llegan a ver realizado su anhelo de superación. Gracias a Dios, existen personas de buen corazón, que muestran especial disposición para ayudar a quienes viven esta circunstancia especial en su vida”.
“Al respecto, nos hemos enterado de la intención del presidente de los Estados Unidos, de expulsar a toda persona que haya ingresado sin documentos a su País. Decisión que, conforme a las leyes, puede realizar en cualquier momento, aunque lo más deseable es, como lo ha pedido el Papa Francisco, ‘que se olviden las ideas preconcebidas y no se levanten barreras… abriéndose al enriquecedor encuentro con el prójimo…, protegiéndolo, promoviéndolo e integrándolo”.