Los ministros de Finanzas del G7 llegaron a un consenso sobre la necesidad de que las empresas de internet paguen impuestos en los países donde tengan actividad digital, además advirtieron contra los riesgos para el sistema monetario de proyectos de criptomonedas.
Al término de su reunión en Chantilly, al norte de París, los ministros de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido coincidieron en la necesidad de que las compañías paguen impuestos, aunque no tengan presencia física en un país, con el fin de que transfieran sus beneficios a paraísos fiscales.
El compromiso logrado en la cita ministerial no crea una fiscalidad específica para las compañías digitales, pero pretende responder a los desafíos que plantean en términos de igualdad ante el impuesto y de erosión de las bases de recaudación.
En conferencia de prensa, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, consideró que el acuerdo en un gran paso para la puesta en marcha de una fiscalidad más justa, ya que tienen en cuenta los desafíos de la economía digital.
Indicó que por ahora se ha encargado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que tenga lista su «arquitectura» en enero próximo, de forma que se pueda tomar una decisión definitiva antes de finales de 2020.