En tan sólo 48 horas fueron asesinadas 31 personas entre el sábado 27 y el lunes 29 de julio en Tijuana, Baja California. La Fiscalía General del estado reportó que al menos once víctimas habrían perdido la vida entre domingo y el lunes. Asimismo, se dijo que el incremento de los asesinatos está vinculado al tráfico de drogas y al control de las esquinas por parte de los traficantes.
Una de las ciudades más peligrosas
Tijuana fue ubicada en 2018 como una de las ciudades más peligrosas de México con 138 homicidios por cada 100 mil personas, es decir unos 7 por día, pese a que las autoridades de ese municipio han asegurado que los homicidios bajaron un 2 por ciento respecto al año pasado.
De acuerdo con datos de la Fiscalía, desde que inició el 2019 hasta el 22 de julio pasado se registraron mil 261 personas asesinadas. Hasta esa fecha se había superado por tercer año consecutivo las mil 200 muertes dolosas. En el 2017 se registraron mil 781 ejecuciones, en tanto que en el año pasado 2 mil 519 asesinatos fueron contabilizados.
¿Por qué aumentó la violencia en Tijuana?
Fue en 2017 cuando repuntó la violencia en Tijuana, Baja California. Según un análisis de InSight Crime, entre 1990 a 2007, al año se registraban alrededor de 250 asesinatos. En dicho periodo había una hegemonía de la organización de los Arellano Félix, también conocida como Cártel de Tijuana.
Sin embargo, el colapso de esa banda delincuencial dejó a Baja California en una posición mucho más vulnerable y desde 2008, la tasa anual promedio de homicidios en Tijuana se ha acercado más a los 700.
Narcomenudeo y políticas migratorias
El medio señala que la violencia se ha combinado con una serie de causas inmediatas. Indica que los remanentes del Cártel de Tijuana han unido fuerzas con el Cártel de Jalisco Nueva Generación para enfrentar al Cártel de Sinaloa.
Además, las políticas migratorias de Estados Unidos como factor adicional, que inunda la frontera de actores criminales, comenta el portal, Nathan Jones, profesor asistente de estudios sobre seguridad en la Universidad Estatal Sam Houston.
De acuerdo con el especialista, gran parte de la violencia se da entre los agentes del narcomenudeo y por ello el sector empresarial no ha presionado al gobierno, como lo hicieron en 2007-2010.
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