Por Obed Campos.
Suena desde ayer una pregunta en el aire en Nuevo León: ¿Para qué quiere un gobernador o los alcaldes tener bajo su mando y a su disposición departamentos de comunicación si es su trabajo la mejor publicidad?
Salta la cuestión porque ayer yo toqué, de rebote, si usted quiere la fallida relación de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, con el músico y locutor bajacaliforniano Guillermo Rentería, alias “Memociones”, quien se las da no de consultor, sino de “gurú de la politología”. Algo así como “vidente de la grilla”…
Y hoy El Norte, periódico “madre” de Reforma en Monterrey, da a conocer que la tristemente célebre relación entre “El Bronco” y “Memociones” nos costó a los nuevoleoneses 50 millones de pesos más o menos, pese a que el segundo declaró que el gobierno no le era negocio, y que las actividades suyas las hacía por hobby.
Falta ver si los diputados quieran entrarle y ver si “Memociones” cobró parte de ese dinero durante la fallida campaña de Jaime a la presidencia de la República el año pasado, lo cual se ve y huele mal.
Yo que de política y de campañas sé tan poco, puedo decirles una cosa: el tal “Memociones” aplica perfectamente para la figura que en mi rancho existe: “Es el burro que tocó la flauta”. No le pidan que repita la melodía.