El Estado de Nuevo León tendrá que pagar cientos de millones de pesos, por pedirles a empresas alemanas inflar los precios de los vagones para el Metro y, en el corto plazo, no serán remanufacturados y se enfrentará a una denuncia formal del Gobierno de Alemania.
Así lo dio a conocer, Samuel García Sepúlveda, Senador de Nuevo León, al manifestar que son los mismos trabajadores de Metrorrey, quienes cansados de la corrupción del Gobierno del Estado, les brindan la información.
García Sepúlveda dijo que le informaron que se solicitaron moches a empresas alemanas para que reconstruyeran vagones para el Metro, los cuales pudieron salir más baratos, pero, sin ganancias para el Gobierno del Estado.
“Personal de Metrorrey, es decir gente que labora en Metrorrey y ya está harta de este gobierno, nos está pasando información de que por negligencia y quizá hasta por corrupción están parados los vagones en calidad de abandono en Alemania, desde enero del 2018”.
En este sentido, informó que un experto certificado del Estado, logró con la empresa VerkehrsGesellschaft Frankfurt (VGF) cediera a Nuevo León por un precio simbólico en 3 mil 400 euros cada vagón, ya que en Alemania se cambian las unidades cada 5 años.
Pero, el Gobierno del Estado, desechó la propuesta y mandó a su personal a negociar directamente con la empresa, de nueva cuenta, pero solicitando, que se inflaran los precios, con la finalidad de obtener ganancias.
“Esos vagones los iban a remodelar, adecuarlos a nuestras líneas 1, 2 y 3, y los iban a poner ya instalados, jalando en Monterrey en noviembre de 2018, por la cantidad de 1.3 millones de euros en total (…) El experto le platica a Bronco que ya logró obtener vagones casi regalados”.
“El Gobernador, como político tradicional, la primer pregunta fue ‘¿y mi moche, mi ganancia?’ Lo que pasó es que se brincan al experto y mandan al director de Metrorrey a VGF, y pide hacer una reestructura al convenio para que le agreguen un sobre costo. Obviamente esta empresa lo rechaza y corre al funcionario”.
Por lo anterior, se buscó a la empresa Talbot, lo que provocó un conflicto entre las propias empresas y sacó a relucir los actos de corrupción que pretendía el Gobierno de Nuevo León.
“Todo este enrollo, esta ‘mano negra’, estas ganas de sobre costos, estas ganas de hacer dinero a la mala, nos ha traído la consecuencia que hoy en día esos vagones, activo fijo de Nuevo León, llevan un año y medio parado, tirados en un patio, porque por una corruptela no hubo una negociación sensata y diligente”.
“Alemania no se quedó cruzada de brazos”, dijo el Senador, “y le mandó un correo a nuestro gobierno diciéndole que por los malos términos y manejos en que llevó la negociación y el conflicto legal, con demanda, en el que ya entraron el Metro de Alemania y Talbot.
Para que “vaya por los vagones de manera urgente y pague el almacenamiento, que iba a ser gratis, por llevar tirados ahí año y medio, y que de no hacerlo esperen próximamente una demanda del Gobierno de Alemania al consulado mexicano por todo el mal manejo que se hizo de este tema”.
Como pruebas de su denuncia pública, García Sepúlveda mostró documentos, correos electrónicos y hasta chats de Whatsapp que fueron filtrados por personal de Metrorrey.