Un grupo reducido de infiltrados se hizo presente durante la marcha en demanda de la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y causó daños a negocios y edificios del primer cuadro del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Pese a que el grueso de la movilización se manifestó en orden y tranquilidad, hombres y mujeres con el rostro cubierto, autodenominados como anarquistas, rompieron cristales de diversos comercios e incluso intentaron prender fuego a las fachadas.
Fue el caso de una librería Gandhi ubicada sobre Avenida Juárez, donde los inconformes quebraron el cristal de la entrada y destrozaron parte del mostrador. Una pequeña flama surgió tras la embestida inicial, pero fue disuadida desde el interior por un empleado con un extinguidor.
El mismo grupo externo, no mayor a 100 personas, vandalizó también la puerta principal de Hotel Hilton, donde se usaron objetos de mantenimiento y vialidad para causar los destrozos.
El bar La Cervecería del Barrio también resultó con daños en los cristales instalados en una de sus secciones. Un Seven Eleven, un Sanborns, una tienda K y un fragmento de la Plaza Alameda, también resultaron con afectaciones por la protesta de los encapuchados inconformes.
Se lanzan contra puerta de Palacio Nacional
Ya en la plancha del Zócalo, los sujetos con el rostro cubierto se lanzaron contra la puerta Mariana de Palacio Nacional, misma que intentaron derrumbar con cohetones, palos y patadas.
Los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional asignados a la entrada de Palacio decidieron ingresar al recinto, a fin de evitar cualquier posible confrontación con los agresores.
Identifica gobierno de la CDMX a grupos responsables de destrozos
En entrevista con Foro TV, la secretaria de Gobierno de la ciudad de México, Rosa Icela Rodríguez, confirmó que las autoridades tienen identificados a los grupos responsables de los destrozos y que no descartan que estos sean financiados de forma externa.
Cuando la marcha comenzaba a acercarse hacia el Zócalo, un grupo de comerciantes de la calle de Motolinía decidió plantar cara a los manifestantes y, armados con palos y piedras, conformaron un frente para responder a un posible ataque contra sus locales.
Ni elementos federales ni policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México intervinieron durante los actos vandálicos de los infiltrados.
Fotografía: Cuartoscuro