Considerado uno de los “peores pedófilos en Reino Unido” por la prensa británica, Richard Huckle fue asesinado dentro de su celda en la prisión de Full Stton. Su cuerpo presentaba múltiples laceraciones hechas con un arma punzocortante improvisada, y hasta el momento no se ha informado si hay sospechosos.
Huckle fue detenido en 2015, cuando tenía 28 años, mientras intentaba viajar desde Malasia para pasar las fiestas decembrinas con su familia. Tras el arresto, la policía indagó en los archivos encriptados de su equipo de cómputo y encontró una colección con más de 20 mil videos y fotos que evidenciaban abusos sexuales a menores de edad.
Durante su juicio, el hombre, que se hacía pasar por fotógrafo, profesor o predicador, para acercarse a sus víctimas, admitió haber cometido, entre 2006 y 2014, al menos 71 cargos de abuso sexual en contra de alrededor de 191 niñas y niños, de 6 meses a 12 años de edad.
La sentencia en este caso fue de 22 cadenas perpetuas, sin embargo, la corte determinó que luego de 25 años de prisión podría ser considerado para la libertad condicional bajo fianza.
Abusos sexuales, fotografías y un libro
Huckle participaba en sus propios videos violando a sus víctimas, pero esta no era la única forma en que intentaba hacer dinero; en el momento de su detención, se encontraba escribiendo un libro con el que buscaba dar consejos a otros pedófilos para que no fueran descubiertos en sus actos ilícitos.
Hasta la fecha, se sabe que la mayor parte de los agravios cometidos por el ahora asesinado, se cometieron en Malasia, país al que llegó por primera vez en 2006 como voluntario en actividades religiosas y al que posteriormente habría vuelto en diversas ocasiones con la intención de captar nuevas víctimas ya que se jactaba de que los más vulnerables eran aquellos sin recursos económicos.
Fotografía: Wikipedia