Por Obed Campos.
El término “vómito negro”, en el argot policiaco, es el acto de devolver el dinero producto de un soborno o un acto de corrupción.
Me va a perdonar el abuso, pero a eso me sonó el anuncio que quiso ser espectacular, de Aldo Fasci Zuazua, en su comparecencia ante el Congreso del Estado, donde reveló que el estado de Nuevo León va a devolver el fallido dron que compraron a sobreprecio y que de marzo para acá no ha servido más que para dar la mala nota.
Y es que, aparte de los accidentes físicos, que por poco y destruyen el aparato, de mitad de marzo para acá, cuando se anunció la adquisición en 54 millones de pesos, que a los pocos días se corrigió y se dijo que serían 57 millones, el artefacto no ha servido para nada para nada y para nada.
De nada le valieron las artimañas a la administración estatal que encabeza Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, tratar de oscurecer la operación, ni el falso video producido por Comunicación Social, alabando las bendiciones que traería el artefacto.
El aparato fue embodegado, y como que esperaban que se calmara la cosa para que se olvidara el tema… Pero el 20 de septiembre, en un vuelo de prueba, el aparato tuvo un accidente y se estrelló al aterrizar.
Ayer, Fasci Zuazua, quien compareció ante el Congreso junto con Manuel Florentino González Flores, secretario de gobierno, parece que capituló y dijo que el estado cancelaría la compra del desventurado artilugio.
Empero, Aldo no dio detalles de si la empresa que les vendió el avioncito estaría de acuerdo en regresar íntegros los 30 millones de pesos, o van a salir con las “letras chiquitas” del contrato… y lo caído, caído.
Se lee con tristeza:
Con el arribo de la llamada 4T al gobierno federal, la familia LeBarón, en Galeana, Chihuahua, se quedó sin la protección de los 90 elementos de la Policía Federal, a quienes ellos mismos financiaban alimentos y hospedaje.
Ayer, la familia sufrió un ataque que dejó 9 personas muertas. 3 mujeres. 6 niños. 7 menores lesionados.
¿Hasta cuándo se acabará el salvajismo?
