Un adolescente de 17 años que pasó día y noche jugando videojuegos en su cuarto, fue hallado muerto por su padre. Los exámenes forenses revelaron que el menor de edad sufrió un derrame cerebral debido a las interminables sesiones jugando frente a la computadora.
Lo tenían que obligar a hacer una pausa para comer
Los hechos sucedieron en la ciudad de Udon Thani, al norte de Tailandia. Según reporta Daily Mail, Piyawat Harikun terminó su curso escolar a finales de octubre y desde entonces se encerró a piedra y lodo en su habitación para participar en juegos de batalla multijugador en su PC.
Sus padres relataron que el joven se quedaba despierto toda la noche y durante el día cerraba las cortinas para continuar jugando. Era tanta su fijación, que incluso sus padres tenían que llevarle la comida hasta su cuarto y casi obligarlo a tomar un descanso, para alimentarse.
Lo intentaron revivir, pero ya era demasiado tarde
La tarde del pasado lunes 4 de octubre, el padre de Piyawat fue a verlo a su habitación y lo encontró derrumbado de la silla de la computadora, en el piso junto a una torre de su computadora.
En su escritorio había un montón de cajas de comida para llevar y una botella de refresco a sus pies.
El padre de Piyawat, Jaranwit, dijo que intentó revivir a su hijo, pero que ya estaba muerto. “Le hablé por su nombre y dije, ‘despierta, despierta’, pero no respondió”, señaló.
El derrame fue provocado por sus interminables sesiones de juegos: forenses
Los médicos forenses que examinaron el cadáver dijeron que el adolescente murió tras sufrir un derrame cerebral, que en su opinión, fue causado usar la computadora sin parar durante la noche.
Jaranwit admitió que su hijo era un adicto a los videojuegos y pidió a otros padres que no permitan que sus hijos se enganchen a los videojuegos.
Jaranwit, padre de Piyawat.
“Mi hijo era inteligente y siempre lo hizo muy bien en la escuela, pero tenía un gran problema con la adicción a los juegos. Traté de advertirle sobre sus implacables largas horas jugando y prometió reducirlo, pero fue demasiado tarde”.
Fotografía: Florian Olivo / Unsplash
