Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Por Francisco Tijerina

“A veces lo más difícil de hacer, es no hacer nada.” // Yomero

Es difícil convencer a gran parte de las personas y especialmente a la mayoría de los políticos de que hay ocasiones en las que lo mejor que se puede hacer es no hacer nada.

Y es que no entienden que hacer eso encaja perfectamente con la premisa de que “a toda acción hay una reacción” ya que, por increíble que parezca, el no hacer nada en un momento dado es también una respuesta.

En el caso del exalcalde de Salinas Victoria, Heliodoro Treviño Gutiérrez, al que policías a Apodaca torcieron conduciendo su camioneta y tomando y al que detuvieron tras un altercado, seguramente una “mente brillante” le recomendó el publicar un video en redes sociales extendiendo una disculpa por su proceder, lo que lejos de abonar a su causa termina perjudicándole porque en su explicación el exalcalde embrolla mucho más las cosas.

Era necesario evaluar el escenario y percatarse de que dado que en todo momento los policías grabaron en video y audio el sainete, cualquier explicación o justificación posterior era irrelevante. El video, difundido en redes sociales y viralizado por medios de comunicación, exponía el asunto con claridad y dejaba ver que quien comenzó con el lenguaje soez y las amenazas era el exalcalde y los uniformados sólo reaccionaron.

Por todo lo anterior aparecer dos días después en un video extendiendo disculpas es un error, porque no se justifica su proceder y mucho menos su fallido argumento de “no fui el único que se equivocó”.

A don Heliodoro le faltó esquina, mucha esquina, porque en caso de determinar que era necesaria una disculpa pública, debería haberse cuidado su mensaje y no dejarlo en una simple improvisación en la que, otra vez, cometió un error.

No hacer nada era la conducente. Quedarse callado, entender que “lo torcieron” al grabarlo en video, porque de no existir el documento fílmico sería la palabra de él contra la de los policías y tal vez hubiese ganado, aunque sinceramente pienso que al escuchar la discusión por el celular el secretario de Seguridad apodaquense no tenía mucho para dónde hacerse.

Costoso error, ya que de haber aceptado la comisión de la infracción de tránsito sin intentar pasarse de influyente, el asunto se habría resuelto en unas horas y sin escándalo, pero en el pecado lleva la penitencia y aún así insiste en cavar más su tumba política con un inoportuno video de fallidas disculpas que en nada le ayuda.

Lo más difícil es no hacer nada, pero nunca lo entienden.

Fuente:

Vía / Autor:

// Francisco Tijerina

Etiquetas:

Compartir:

Autor: Francisco Tijerina
Ver Más