«Tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza”
Vicente Blasco Ibáñez
Maldita falta de memoria. La peor de las tragedias se nos olvidan en nada.
Platicaba hace unos días en el programa de “Los Políticos” con mi querido Obed Campos sobre el drama del pequeño que accionó dos pistolas en un colegio de Torreón y aseguraba -craso error que reconozco- que en tres meses nadie se acordaría del asunto.
Obed salió al paso y me refutó: “¿Tres? -me dijo cuestionando- en uno, ya verás que en un mes todos se olvidan”.
No me sirve de consuelo el que Obed haya errado también, porque sólo bastaron 17 días, poco más de dos semanas, para que nadie recordara el suceso y la agenda nacional se ubique en otros temas.
¿Y la “operación mochila” y los criminólogos, sicólogos y terapeutas? ¿Y las respuestas? ¿Y las acciones? ¿Y los gobiernos?
¿Acaso cambia las cosas el hecho de que el niño hubiese crecido en una familia disfuncional? Vayan entonces y explíquenselo a la familia de la maestra asesinada.
Ya se olvidaron y convenientemente le echaron tierra al asunto al sacar a relucir los turbios negocios del abuelo y el paso delictivo del padre; el tema del Colegio Cervantes de Torreón ya se murió.
Tendremos que esperar a un nuevo atentado, jugando con fuego otra vez, tal vez apostando a que nunca sea tan grande para que realmente amerite acciones de verdad y no simples promesas y operativos de relumbrón para aparentar lo que no quieren y no pueden resolver.
Se trata de un asunto grave en el que es preciso recordarles que en Estados Unidos situaciones similares pasaron de las aulas a centros comerciales. ¿Es que acaso quieren que ocurra lo mismo en México?
Siempre he dicho que los mexicanos tenemos poca memoria, pero nunca pensé que en realidad fuese tan poquita.
ftijerin@rtvnews.com