Por: Obed Campos
Quién dijo que la juventud era un tesoro, no conoció al joven Alejandro Reyna Aguilar, director del Instituto Estatal de la Juventud en Nuevo León (INJUVE), quien a lo hueco, a lo rimbombante y a lo pomposo le aumentó la definición y al doble.
Para muestra de lo que digo, revise usted la invitación a la fiesta del 29 cumpleaños del joven acordeonista metido de funcionario público:
Disfrazado de una suerte de Atila El Huno, Reyna Aguilar hace circular una postal que es digna de la producción de Los Locos Adams.
Por si quieren ir a la fiesta de cumpleaños que se armó él solito, esta es la invitación que repartió entre sus amigos y circuló por correo.
Los cercanos al funcionario nos dicen que para este monárquico festejo habrá grupos musicales, barra libre de whisky y standuperos.
Reyna Aguilar, nos comentan, se comporta como un verdadero príncipe sin corona en el INJUVE, a donde va llegando después de dos semanas de vacaciones en Turquía, a donde dice que fue en gira de trabajo a promover quién sabe qué… pero ya anunció que pronto se regresa a trotar por el mundo.
La administración del INJUVE, mientras tanto, es de una política laxa y baladí, como por ejemplo la adquisición que se aventaron de una flotilla de carros, que costó 6 millones de pesos, dizque para enseñar a manejar a los jóvenes.
Esta es un botón de muestra del paso de Reyna Aguilar por el Instituto, que ha sido desastroso, por decir lo mínimo…
En los especialistas en grilla palaciega dicen que de todo están enterados en el Palacio de Cantera.
Que tanto Manuel González, secretario de Gobierno, como Jaime Rodríguez El Bronco, quien todavía es gobernador le tienen un amplio expediente al muchacho pero quién sabe a qué santo estará encomendado Reyna Aguilar, quien, por cierto, para ser lo nuevoleonés que dice ser, esta muy raro que le vaya al América.