Por Obed Campos
¿Serán los nervios por la situación de la pandemia por el coronavirus? ¿O es que los policías de Allende, Nuevo León, no se han dado cuenta que estamos en el 2020?
Dos casos de prepotencia policíaca en ese municipio saltaron a las notas rojas de los periódicos en estos días.
En el primer caso, una ciudadana fue sometida y esposada en una tienda del municipio por no querer usar el gel antibacterial que le ofrecían, ya que ella llevaba sus propios pañuelos sanitizantes.
Así como lo está usted leyendo, polecias muy celosos de su deber tuvieron que aplicar la fuerza en este peliagudo asunto.
La dama, quien fue a parar a las celdas municipales y pagar una multa para salir, pidió la intervención de la alcaldesa, Patricia Salazar, quien se hizo la que la virgen le habla.
Pero el segundo caso estuvo peor: un vecino (y lo aceptó) violó los límites de velocidad en su camioneta.
Acto seguido fue y se estacionó afuera de una taquería, donde le cayeron los elementos del orden, en patrulla de policía A022 y con placas PH-2806-A, quienes se bajaron pistola en mano y no solamente amenazaron al infractor, sino también a los taqueros y a otros clientes que nada tenían que ver en el lío.
La cosa se puso tan mal, que la madre de uno de los taqueros, por la impresión, sufrió un ataque cardíaco y falleció.
Lo mas malo del caso es que los cuicos no fueron ni para llamar una ambulancia, porque para ellos era más importante “la burla a la autoridad”.
De nuevo el caso quedó en manos de la alcaldesa, la cual, si usted recuerda, salió buena para cantar “El Listón de tu Pelo” con los Ángeles Azules… Y buena también para lavarse las manos.
¿Habrá justicia?
COVID-19 ¿MAL DE MUCHOS?
Me llegó la información que hoy en la madrugada murió un preso mexicano en el penal Ancón II, en el Perú, dónde purgaba su condena por narcotráfico. Presuntamente falleció por coronavirus.
Como consecuencia de la muerte del mexicano, la población del penal Ancón II se ha levantado, exigiendo que el Ministerio de Salud les haga un test rápido y retiren el cadáver.
En el penal Ancón II están detenidos los acusados por narcotráfico, sean extranjeros o nacionales y tiene capacidad para 320 presos pero viven más de 550. ¿Dónde hemos escuchado esas historias?
Hasta ayer, en Perú 30 internos han fallecido por coronavirus y 645 dieron positivos. La prisión Ancón II se localiza al norte de Lima, en el balneario del mismo nombre.
Se desconoce hasta ahora el nombre del preso mexicano fallecido por coronavirus, pero el ministro de Justicia de Perú, Fernando Castañeda, informó que en el pabellón tres donde murió en la madrugada el mexicano, presuntamente por coronavirus, se produjo un motín, ya que los internos de ese pabellón exigen a las autoridades el retiro del cadáver y las pruebas, por lo que tomaron como rehenes a 2 trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario.
