Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Si no tienes la libertad interior, ¿qué otra libertad esperas poder tener?” // Arturo Graf
A
fin de dar cumplimiento a sentencias del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF), que establecen que se deben idear
medidas para que las personas privadas de libertad pero sin sentencia
puedan sufragar en los comicios, el INE está diseñando un programa
piloto para la elección de diputados federales el próximo año.
Y
sí, suena muy bien y se apega a los que defensores de la democracia
y de los derechos humanos han impulsado por largo tiempo, pero la
idea tiene demasiados “peros”.
Por principio, para
nadie es un secreto que las cárceles en México, como en muchos
otros países, se manejan con autogobiernos de grupos de internos que
imponen su propia ley por encima de las autoridades formales
penitenciarias. En este sentido vale la pena preguntar, ¿no podrían
esos gobiernos internos incidir en el sentido del voto en cada cárcel
para favorecer a candidatos o partidos?
¿Cómo esperan
nuestros sesudos consejeros del INE, así como los impulsores de
estas propuestas, que los candidatos les hagan llegar a “esos”
votantes sus proyectos e ideas?
Es muy loable que las
organizaciones promoventes y que la propia autoridad electoral se
preocupe por brindar a quienes privados de su libertad, pero sin
sentencia, la oportunidad de ejercer su derecho constitucional a
votar, pero aquí yo me pregunto, ¿y si en lugar de preocuparse por
el efecto le pusieran tantitas ganas y atacasen la causa? ¿Qué
quiero decir? Que si en lugar de defender el voto de los presos sin
sentencia promovieran una justicia más expedita, para que cada vez
menos reos en esta condición estuviesen en las cárceles.
Esto
que planteo sería más económico y sencillo, cumpliría con la ley
y pondría en menos riesgos a la democracia.
Nuestros
funcionarios electorales están como decía mi abuelo Gilberto:
“Míralo, ahí va, como las burras, por la
incomodidad”.
ftijerin@rtvnews.com