La humedad podría ser un factor decisivo para la dispersión de las partículas de coronavirus, lo que apunta a un mayor riesgo de contagio de Covid-19 en condiciones secas e interiores durante los meses de invierno.
Así lo determinó un estudio realizado con ayuda de la supercomputadora Fugaku, por científicos de la Universidad de Kobe, en Japón. Los resultados fueron publicados el 13 de octubre por el Centro de Investigación Riken.
Fogaku creó una simulación de la emisión y el flujo de partículas similares al coronavirus de personas infectadas en una variedad de ambientes interiores.
Los resultados demostraron que cuando la humedad del aire estaba por debajo del 30 por ciento se incrementaban al doble las partículas en aerosol, en comparación con ambientes donde la humedad era mayor al 60 por ciento.
El estudio también indicó que las caretas faciales transparentes no son tan efectivas como los cubrebocas para impedir la propagación de aerosoles.
Otro hallazgo apunta a que cuando dos personas están sentadas del mismo lado de la mesa tienen mayor riesgo de contagio de coronavirus que cuando están en lados contrarios.
Los científicos plantean que podría existir un mayor riesgo de infección en condiciones secas e interiores durante los meses de invierno, por eso creen que en esta época los humidificadores podrían ayudar a dispersar mejor las gotículas de saliva y con ello los contagios.
El equipo de investigación de Riken, dirigido por Makoto Tsubokura, ya había utilizado la supercomputadora Fugaku meses atrás, para modelar las condiciones de contagio en trenes, espacios de trabajo y aulas.
Las simulaciones mostraron que la apertura de ventanas en los trenes puede aumentar la ventilación de dos a tres veces, reduciendo la concentración de microbios ambientales. Ante ello, Tsubokura reflexionó:“El miedo ciego o la confianza infundada de la gente contra la infección de Covid-19 se debe simplemente a que es invisible”Makoto Tsubokura, líder del equipo de investigación