Después de meses de ausencia en un estadio de futbol, un sector de la afición mexicana tuvo una actitud reprobable al reproducir el famoso grito homofóbico de «Ehh puto» durante el partido entre la Selección Mexicana Sub-23 y su similar de República Dominicana, en el Preolímpico de la Concacaf.
El Estadio Akron contó con alrededor de seis mil aficionados en el partido; no obstante, algunos de ellos hicieron de las suyas y realizaron el grito considerado homofóbico. Fue en una de las primeras jugadas del partido, cuando los aficionados gritaron «Eh puto» tras un despeje del portero dominicano Johan Guzmán.
¿Cómo surgió el grito homofóbico en el futbol mexicano?
Existen varias versiones de cómo surgió el grito homofóbico en el futbol mexicano, aunque la más repetida es que ocurrió hace casi dos décadas, precisamente en Jalisco y en un Preolímpico de la Concacaf. La versión señala que la afición jalisciense que acudió a los partidos del Preolímpico de la Concacaf rumbo a los Juegos de Atenas 2004, comenzó a realizar ese grito en contra del portero rival.
Han pasado 17 años y la afición de Jalisco volvió a reproducir el famoso grito que tantos dolores de cabeza ha provocado a la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut).
Las consecuencias del grito homofóbico
El famoso grito homofóbico ha causado más que sólo dolores de cabeza a la Federación Mexicana de Futbol, pues también ha costado mucho dinero en multas. La FIFA se vio en la obligación de multar económicamente a la Federación Mexicana por el comportamiento de la afición en los partidos oficiales del Tricolor, como en las eliminatorias e incluso en el propio Mundial de Rusia 2018, donde México estuvo en riesgo de perder tres puntos por este motivo.
Es por eso que la Femexfut comenzó en 2019 una campaña para erradicar el grito homofóbico y estableció un protocolo para hacerlo, con sanciones económicas y deportivas, como ocurrió en enero de 2020 cuando el Estadio Jalisco recibió un partido de veto.
Fotografía: Mexsport