Por José Jaime Ruiz
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@ruizjosejaime
El conflicto entre la candidata de Juntos Haremos Historia en Nuevo León, Clara Luz Flores Carrales, y el del PRI, Adrián de la Garza Santos, le abrió posibilidades al candidato de Movimiento Ciudadano, Samuel García Sepúlveda, de reinsertarse en la competencia electoral.
Antes de la competitividad, Samuel lideraba todas las encuestas. Llegada la etapa de las definiciones, García Sepúlveda cayó al tercer lugar. Así como dan vida, las redes matan. Manías de juventud, la intensidad no basta. Su mejor activo nunca fue Luis Donaldo Colosio Riojas, su mejor activo fue, es y será su esposa Mariana Rodríguez. En lo insólito del 2021, ahora Samuel es más importante que Colosio. Antes Samuel necesitaba a Luis Donaldo, ahora Luis Donaldo requiere de Samuel.
Las encuestas falsas de hoy no reflejan la verdad del presente. Y, sin embargo, el equipo de Samuel García trabaja sobre la percepción. No que esté arriba, sino que se imponga la percepción de que lo está. Frente a una estrategia pasiva –toda reacción responde, no propone– de Adrián de la Garza y de Clara Luz Flores, Samuel edifica una estrategia activa, disruptiva.
En su momento, Vicente Fox propuso sacar a patadas al PRI de Los Pinos; Andrés Manuel López Obrador mandar a la chingada la corrupción; aquí, Jaime Rodríguez Calderón, meter a la cárcel a Rodrigo Medina y terminar con la fiesta de los ladrones. La inteligente estrategia de Samuel García es “que se vayan todos”, la vieja política y los envejecidos políticos.
Como la de Fox, la de AMLO y la del Bronco, lo que se impone es lo disruptivo. Cada promesa firmada, cada propuesta signada, es nada. Las propuestas no valen, es lo que se debe hacer al gobernar. Lo que vale en estos tiempos subvertidos es la rebelión, la incomodidad, lo disruptivo. Samuel regresó a la competencia, tiene el momentum.. Y eso es muy interesante.