A pesar de que la venta de boletos fue por la página oficial del Club Tigres y era exclusiva de abonados, en el Estadio Universitario, en sus inmediaciones, apareció la reventa y los precios que se manejaron fueron exageradamente altos.
Según testimonios de aficionados que querían entrar al partido entre felinos y azulcremas, la reventaba estaba entre los 1000 y 2 mil 500 pesos por cada aficionado que deseara entrar al cotejo.
Incluso se logró observar cómo varios revendedores ofrecían entradas a las personas que se encontraban en los alrededores del recinto universitario. Hubo quienes se acercaron a preguntar por el costo de cada entrada y al oír los precios rápidamente decidieron alejarse de la mencionada reventa.
Algo que hay que tomar en cuenta es que los aficionados que no tenían entrada o no contaban con el código QR, no pudieron entrar al cerco establecido en el Estadio Universitario. El perímetro de seguridad abarcó prácticamente todos los estacionamientos de Ciudad Universitaria y una de las calles en dónde desde antes de la pandemia era un punto de acceso para entrar a CU y posiblemente al recinto de Tigres en dado caso de querer entrar a algún juego de los felinos.
El primer aficionado que entró al Estadio Universitario
El Estadio Universitario abrió sus puertas a su afición para el duelo del sábado entre felinos y azulcremas, siendo que tras un año de ausencia de gente por el Covid-19, todo lo que ocurriera en este recinto era relevante. Incluso el nombre del primer aficionado que haya entrado al recinto universitario para el duelo entre felinos y azulcremas.
Ángel Valdez fue el primer aficionado de Tigres que entró al Estadio Universitario para el duelo entre felinos y azulcremas. El aficionado entró poco después de las 18:00 horas de la tarde, hora en la que el Club Tigres autorizó la entrada de personas al recinto.
El último partido de Tigres como local con público antes de la pandemia había sido el duelo entre ellos y Pumas del Clausura 2020, mismo que se realizó un 29 de febrero del año pasado.
Juntos, pero no revueltos
La afición de Tigres regresó al Estadio Universitario luego de que tuvieran poco más de un año sin poder hacerlo tras la pandemia por el Covid-19, aunque por razones de la pandemia, distó mucho del acostumbrado lleno.
En este partido de reapertura únicamente hubo 5 mil 605 aficionados de los poco más de 8 mil que estaban permitidos tras el 20 por ciento autorizado por la Secretaria de Salud respecto a la capacidad total del recinto.