Aunado a la crisis económica y financiera por el Covid-19, Nuevo León enfrenta otra pandemia: la inseguridad.
Los índices delictivos que parecían ir a la baja ante la llegada el virus el año anterior, se dispararon por encima a los registrados en años anteriores.
Pese a los esfuerzos de las autoridades de los tres niveles de gobierno, la delincuencia sigue presente en todos los ámbitos.
Al cierre del mes de marzo, la entidad registró un disparo en delitos contra las mujeres, homicidios, privación ilegal de la libertad, robos y hasta suplantación de la identidad.
Según cifras de la Fiscalía General de Justicia del Estado, durante el tercer mes del año se reportaron un total de 7 mil 801 delitos, número que no se presentaba desde el 2017.
El feminicidio en tentativa aumentó un 77 por ciento; un 45 por ciento los casos de violencia familiar, y un 44 por ciento el equiparable a violencia familiar.
Asimismo, los reportes por acoso sexual crecieron un 100 por ciento; un 85 por ciento en abuso sexual, 38 por ciento en violación, 68 por ciento en equiparable a violación, y 114 por ciento en trata de personas.
«En los delitos que conoce la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos en Contra de las Mujeres, vemos un aumento en los casos de violencia familiar y su equiparable, que son dos de los delitos de más alta incidencia en el Estado», destacó el área.
Un caso similar se presentó en los delitos relacionados con el crimen organizado, así como los diferentes tipos de robo.
Ejemplo de ello el homicidio, con un incremento del 70 por ciento, privación ilegal de la libertad con 107 por ciento, disparo de arma de fuego con 155 por ciento, y lesiones que ponen en peligro la vida con 50 por ciento.
«Comparando las cifras en los meses de marzo desde el año 2019 en que fue implementada la Videodenuncia, el uso de esta tecnología se ha incrementado consistentemente y se ha disminuido con ello la cifra negra», agregó.
Ante tal situación, incluso hay quienes alertan de un recrudecimiento de la violencia como sucedió en 2010, el peor escenario de inseguridad en la historia reciente de Nuevo León.
Las ejecuciones relacionadas con el crimen organizado se dan al por mayor, en diferentes puntos de la ciudad, causando temor entre los vecinos.
Si bien se dice que se trata de un ajuste de cuentas entre cárteles de la droga o narcomenudistas, lo cierto es que la percepción de inseguridad sigue en aumento.
A inicios de febrero, autoridades de los tres niveles de gobierno implementan el denominado «Operativo Metropolitano de Seguridad del Estado de Nuevo León«.
Elementos federales, estatales y municipales, suman esfuerzos en combate al crimen en municipios con mayor incidencia delictiva.
La Séptima Zona Militar y la Secretaría de Seguridad Pública en la entidad anunciaron el despliegue, sin compartir resultados hasta el momento.
Pese a ello, la violencia parece no cesar.
Otro de los delitos que también incrementaron fue el robo de vehículos, en un 74 por ciento.
Robo de vehículo subió un 74 por ciento, 42 por ciento robo a casa habitación, 40 por ciento robo a persona y 33 por ciento el robo a negocio.
Al respecto, el Observatorio de Seguridad y Justicia del Consejo Nuevo León alertó por el alza en robo de vehículos con violencia, delito con mayor crecimiento en comparación con un año anterior.
Además de la violencia familiar, la cual sigue en incremento.
En el primer trimestre del año, el Estado tuvo una tasa trimestral de 305.04 carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes, con una estimación de 48 carpetas de investigación diarias.
«Los principales retos en materia delictiva en este 2021 serán la violencia familiar, porque es el delito que más carpetas de investigación generó, y el robo a vehículo, porque fue el que mayor crecimiento tuvo de 2019 a 2020».
«Una posible explicación es que el robo de vehículo con violencia ha aumentado porque los automóviles cada día tienen mejores sistemas de seguridad pasiva, por lo que no le va a quedar de otra al delincuente que tomarlo por la fuerza», refirió Oswaldo Morales, director del organismo.
Por último, el delito de suplantación de identidad repuntó un 156 por ciento y en un 168 por ciento el de chantaje, principalmente en redes sociales.
Escenario donde personas crean perfiles falsos, y a través de ese perfil se busca obtener un lucro indebido en perjuicio de otros.
Sentido en el que la Secretaría de Seguridad en el Estado llamó a evitar ser víctima de extorsión.
Asimismo, en caso de recibir una llamada sospechosa, reporta el número al 089.
En todos los casos, el ritmo de denuncia recuperó los niveles que se manejaban antes de la pandemia de Covid-19.