Por Obed Campos
…y un día le dijo: Contén,
ladrón, tus mañas avaras,
que haces las cosas tan claras
que hasta los ciegos las ven.
// José Joaquín Fernández de Lizardi
La encargada de la sección «Quién es quién» en las mentiras de la semana, de la constante rueda de prensa mañanera de Andrés Manuel López Obrador, la supuesta periodista Ana Elizabeth García Vilchis y el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, tienen más de lo que ellos mismos creen o saben en común.
Amos personajes, como repetía mi mamá admirada de la estupidez mundana, “Hacen las cosas tan claras, que hasta los ciegos las ven…” Cambie la palabra clara por pendejada y me va usted a entender.
García Vilchis, quien habría de tomar un curso de lectura y de dicción, porque en su oportunidad se dirige a la nación y eso no es poca cosa, acusó a la periodista Azucena Uresti de “atacar sin razón” al “inocente” gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García…
¿Cuál fue el caso? Ah, sí, el del video que se hizo viral en el cual una mujer policía municipal golpea con una tabla en el trasero a un detenido en las instalaciones de la dirección de Seguridad Pública de Perote.
García Vilchis ha de ser muy muy cercana al gobernador García, o a lo mejor, como comparten apellido, hasta son familiares, para espetar: “Como si el gobernador diera las órdenes a la policía municipal de Perote”, en reproche a la periodista.
Juzgue usted el video y luego nos dice quién exagera:
Y acá en Monterrey, investigadores de la Policía Regia lograron rescatar los restos robados de la estatua de Agustín Lara y esto lo anunció el alcalde Luis Donaldo Colosio con bombo y platillo, peeeeeero…
El alcalde debería de tener buenos asesores legales o preguntar antes a su jefe de policía, Alejandro Garza y Garza, quien sí es un experto en la materia, porque al dar a conocer que los restos de la estatua recuperados estaban en una fundición, debió revelar si de las acciones hubo o no detenidos involucrados en el caso.
No se rompe el sigilo al dar a conocer esos datos por encimita, porque finalmente el monumento no se robó solo.
Ahora que también resulta extraño que Colosio se quiso lavar las manos porque días antes de la misma Plaza de los Compositores también desapareció el monumento a Marco Antonio Muñiz, pero cuando le preguntaron, Colosio hizo como si la virgen le hablara, siendo que él ya había tomado la alcaldía cuando fue desaparecido el robo.
¿Entonces, en qué se parecen Colosio y García Vilchis? Ah, pues en que han de tener al mismo oftalmólogo que les da un artilugio para hacerse de la vista gorda.
Caja china
Mientras tanto, apunta el periodista Francisco Peña: “Todo mundo hablando del nuevo estadio de Tigres y lo importante: el grave impacto de la pandemia, la inseguridad, el fallido regreso a clases y la inminente crisis del agua se diluye…”