Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Toda mentira de importancia necesita un detalle circunstancial para ser creída.” // Prosper Mérimée
Ayer falló la Línea 2 del Metro por varias horas y armó un relajo de los mil demonios pues los usuarios tuvieron que hacer trucos malabares para llegar a tiempo a trabajos, escuelas y compromisos.
Y bueno, los fierros son fierros y pueden fallar, pero cuando esos fierros mueven a miles y miles de personas también hay que ser sumamente cuidadosos y velar por su seguridad y tranquilidad.
Pero no es la falla, ni la tardanza en las reparaciones, lo que me ocupa, sino un pequeño, leve, ligero, casi imperceptible detalle que provoca que se reviente el hígado por la ineptitud y falta de criterio de los “jijos de María Morales” del Metro.
Como parte de su “desmadrito” por la falla, los encargados ordenaron cerrar las estaciones que estaba fuera de servicio, entre ellas la ubicada frente a la UANL y bueno, uno dice, si no hay Metro ¿como para qué quieren entrar? Pues resulta que con la estación se retiró el paso peatonal que cruza la avenida Alfonso Reyes y el dichoso paradero del Metro sirve como puente para que las personas no tengan que arriesgar la vida cruzando la avenida en la que todos, todos, van arriba de 80 kilómetros por hora.
Y así alumnos, trabajadores, maestros, adultos mayores y todos juntos en macolla, tuvieron que jugarse la existencia para cruzar la avenida y todo gracias a que “alguien” con “cero criterio” no sabe que la infraestructura tiene otro uso y le valió un cacahuate cerrando las puertas.
Por ahí no hace mucho un Presidente de la República dijo que gobernar no era difícil, pero al saber los alcances de este tipo de “funcionarios públicos”, no queda más que aceptar que en algunos casos sobrepasan cualquier expectativa y en lo suyo (la ineptitud) son verdaderos genios de maestría y doctorado.
Y todo por un “detallito”.
ftijerin@rtvnews.com
