Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

¿Problema de agua o agotamiento de los límites al crecimiento?

Por Carlos Chavarría

Hace pocos días el servicio de Agua y Drenaje, en casi la mitad de Monterrey, se colapsó debido una falla eléctrica(¿?), aunque ya la población esta advertida de que es muy probable que en un corto tiempo tendrá que racionarse el agua en el área metropolitana.

No sería una novedad para los que sabemos y estamos conscientes, de que habitamos una zona casi desértica, muy impactada, y cuya geografía no facilita las cosas para vivir como deseamos.

Pero a pesar de que lo sabemos no hemos sido capaces de comprender que el problema de fondo para la escasez de recursos naturales básicos en las ciudades, está en nuestra concepción del “progreso” que asume que este noble planeta dispone de recursos ilimitados, inagotables; para que nosotros dispongamos de ellos sin consecuencia alguna, al mantenernos en una senda consumista que, por si sola, va acrecentando las carencias por el simple eslabonamiento de causas y efectos.

Desde el Siglo XX las señales del colapso ya eran apreciables por todas partes. Ciudades enteras están colapsadas y no ha habido poder publico que acierte en la cadena de incentivos y castigos para evitarlo.

Los incentivos culturales al consumo, en donde nada escapa a una economía creada y adaptada para servir al propósito del consumo sin restricciones, es inevitable que tendrá efectos negativos, que nos obligaran a perder mas libertades, el agua es sólo uno de los ejemplos.

Otro ejemplo que ya es notorio es el del espacio urbano disponible y el propio entorno de concreto que hemos creado, el que a su vez obliga a consumir cada vez mas energía para desenvolvernos y que nos desgasta emocionalmente, pero también la tierra es un consumo mas de la gran cadena, que aunque ya se agotó en nuestra ceguera de propósitos de trascendencia, pensamos que aún hay más cuando no es así.

La única salida posible de un presente que ya es una involución de los beneficios de vivir en comunidades grandes, es abandonar las economías extensivas y dedicarnos ya no tanto a planear mas crecimiento sino a ejecutar acciones de mitigación y reversión de la degradación en la que estamos viviendo.

Veamos el caso de San Pedro, aquella ciudad jardín que tanto se podía presumir en el mundo, que adoptó gracias al consumo extensivo la tesis de que el modelo de ciudad deseado era convertirse en un nuevo Manhattan, se esta convirtiendo en una verdadera ciudad gótica sin dimensión y escala humanas.

No es el agua el único problema que nos alcanzó, así están los desechos sólidos y sanitarios, el hacinamiento de la actividad, el congestionamiento de toda infraestructura publica, en suma el modelo de ciudad y su actividad que parte de la premisa de no limites de ninguna clase ya se agotó y ahora conspira contra nosotros y nuestro bienestar.

No hay ni habrá mas agua para sostener un crecimiento imposible sin quitársela a alguna zona o alguien que por supuesto perderá parte de su habilidad para un mejor futuro. No hay mas agua porque el planeta manda, no nuestro consumo irracional.

Estamos tan ensimismados persiguiendo las fuentes de ingresos de dinero para poder mantenernos en el ciclo del consumo que nuestra visión no sólo se acortó sino que desapareció del todo sacrificando incluso las libertades reales porque el consumo demanda cada vez mas de todos nosotros.

No se trata de detener la evolución de la sociedad o su entorpecer su desarrollo, sino de reconocer que el sistema de regulación estatal por sí sólo ya ha demostrado su incapacidad para conducir, por sí sólo, a las ciudades dentro de las posibilidades reales de explotación del espacio y sus recursos.

Se trata de incorporar en el sistema de precios regional las externalidades asociadas a las actividades económicas de acuerdo al impacto que causan en el entorno y el medioambiente.

Fuente:

Vía / Autor:

// Carlos Chavarría

Etiquetas:

Compartir:

Autor: lostubos
Ver Más