A partir de este lunes, la Cueva de las Murciélagos será un santuario ecológico.
Al pie del paraje ubicado en la cortina de la Presa La Boca, en el municipio de Santiago, el gobernador Samuel García Sepúlveda, junto con el alcalde de Santiago, David de la Peña, oficializó el decreto a publicarse en el Periódico Oficial del Estado.
Nuevo León, resaltó el mandatario estatal, protegerá la conservación de sus áreas naturales.
«Desde el 2006 ha habido múltiples intentos para que está cueva fuera un santuario que le va permitir muchos instrumentos jurídicos no solo de protección, sino exploración científica… no hay que dejar de luchar porque sea Santuario Nacional».
«Desde Santiago, Nuevo León lanzar un exhorto de que Nuevo León siga unido, de que Nuevo León sigua luchando, que diputados federales, locales, alcaldes, nos sumemos a cuidar nuestra agua, cuidar nuestro aire, cuidar nuestras sierras, cuidar nuestro medio ambiente», puntualizó.
Al respecto, David de la Peña destacó la importancia del paraje que cada noche muestra un espectáculo de la naturaleza.
«El esfuerzo que hoy nos convoca se suma a las muchas acciones que se ejercen para evitar el calentamiento global, en el caso de la Cueva de los Murciélagos, los estudios han demostrado que es una de las colonias más grandes».
«La salida de los murciélagos cada noche es un espectáculo de la naturaleza».
«Santiago es un municipio rico en parajes naturales, en este sentido es que creamos la dirección general de protección de medio ambiente», concluyó el munícipe.
Ubicada a 36 kilómetros de la ciudad, la Cueva de la Boca, también conocida como «de Agapito Treviño» es una caverna en la que habitan más de 5 millones de murciélagos, de más de 6 especies diferentes, indispensables para proteger el ecosistema.
En la antigüedad era una mina, hogar de varias leyendas, entre ellas la de oro escondido por un ladrón llamado Agapito Treviño, quien aterrorizaba a los ricos de Monterrey en el siglo XIX.
«Es cierto, ahí hay un tesoro que quizá no sea oro ni joyas pero es un servicio ecológico», agregó García Sepúlveda.