Al menos 3 de cada 4 trabajadores mexicanos padecen síndrome de Burnout , situación que se agudizó con la pandemia por COVID-19.
La Secretaría de Salud estima que 15 millones de mexicanos padecen algún trastorno de salud mental, siendo el burnout o estrés laboral el principal padecimiento entre la fuerza trabajadora. Tres de cada cuatro trabajadores mexicanos lo padecen.
A estas cifras se suman otros datos alarmantes proporcionados por la Asociación Psiquiátrica Mexicana, el INEGI y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). Por ejemplo, durante los últimos 10 años ha habido un incremento continuo del 16% de incidencia de suicidios. El 11% del gasto destinado a la atención de discapacidades laborales se relaciona con trastornos mentales. Y, apenas el 2% del presupuesto de salud se utiliza para combatir y tratar la salud mental de los mexicanos.
Lejos de la solución
La falta de especialistas en salud mental (psicólogos, terapeutas y psiquiatras) y no atender los factores de riesgo psicosocial en el trabajo tiene un alto coste para el aparato productivo nacional: cerca de 16 millones de pesos anuales.
«Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fuerza laboral mexicana es una de las más estresadas del mundo. Además, durante la emergencia sanitaria la prevalencia de la ansiedad y depresión incrementó en más del 30%», explica Juan Pablo Montoya, CEO de Momentu, plataforma que acompaña a las personas para reducir el estrés laboral, el ausentismo laboral y aumentar la productividad en los equipos de trabajo.
La OMS también estima que 75% de las personas trabajadoras en México padecen los efectos del estrés laboral crónico o burnout. Éste se caracteriza por sentimientos de agotamiento, distanciamiento mental del trabajo y sentimientos negativos relacionados con las funciones laborales (como ineficiencia o falta de realización).
México contra el estrés
Aunque, el burnout ya está catalogado como un padecimiento laboral por la OMS, este síndrome todavía no es reconocido en México. Sin embargo, la STPS se ha adelantado a la atención de este padecimiento con la creación de la NOM 035 para identificar, analizar y prevenir factores de riesgo psicosocial en los lugares de trabajo.
En ese sentido, Juan Pablo Montoya explica que las empresas tienen la responsabilidad de evaluar en sus trabajadores aspectos puntuales para determinar su bienestar mental y posibles afecciones y trastorno.
«Para determinar el bienestar de los trabajadores se pueden tomar signos observables como cambios de estado de ánimo, entregas tardías, desconcentración o falta de motivación. También cómo asumen los retos de cada día, si se paralizan por el estrés de las tareas diarias, y cómo toman los contratiempos o imprevistos. Otro aspecto importante es tomar en cuenta el nivel de productividad y las bajas por enfermedad», indica.
En cuanto a los posibles riesgos de burnout, el experto recomienda evitar altas cargas de trabajo, un liderazgo mal enfocado y los horarios laborales rígidos. También aconseja implementar políticas de salud adecuadas y prácticas eficientes de gestión y comunicación.
Desde la experiencia de Juan Pablo Montoya, tomar en cuenta la salud mental de los empleados tiene que ver con cuidar a los colaboradores, pero también contribuir en la motivación, la productividad, el compromiso e, incluso, reducir el ausentismo laboral con incentivos de carácter no económico que estén enfocados en mejorar el bienestar y la calidad de vida de los equipos y las empresas.
Imagen portada: Regeneración MX