Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Trata a un ser humano tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser.” // Goethe
En la frivolidad y egolatría que reinan en la política, es sumamente extraño encontrarse con un político que, contrario a lo que dictan las normas y reglas de la modernidad y las apariencias, te aparece de la nada en sus redes sociales para compartir contigo que ha tenido que colocarse aditamentos para poder escuchar bien.
Hoy no ves a ninguno con anteojos, todos tienen cabello con corte cuidado, se inyectan botox, se arreglan la dentadura, se reducen las orejas, se restiran las arrugas, se retiran la papada, se hacen liposucción, son casi modelos perfectos, además de abusar del Photoshop en sus fotografías y de la iluminación, encuadres y edición en sus videos.
Por eso me llamó la atención que así, sin más, Paco Cienfuegos publicara una historia corta en Facebook platicando sobre las dificultades que tiene para adaptarse a los nuevos aparatos auditivos que utiliza.
Resulta que a raíz de la pandemia el político se dio cuenta de que no escuchaba bien y que por un mecanismo natural, lejos de oír lo que él hacía era leer los labios de las personas, de suerte que al realizarse pruebas de audiometría se enteró de que tiene lastimados los nervios auditivos de sus dos oídos, por lo que debe portar aparatos que aumenten el volumen para escuchar con claridad.
Ni el primero ni el único, pero sí es raro caso en medio de los vanidosos políticos que prefieren que ese tipo de detalles no salgan a la luz pública, sin percatarse de que eso los hace mucho más humanos y cercanos a las personas, porque terminas entendiendo que son iguales a nosotros y que enfrentan también los mismos problemas.
Enhorabuena, porque ser y actuar así hablan de una convicción personal y esa, por mucho Photoshop y eslogans, no suple a la verdad que es a final de cuentas la que convence al ciudadano.