El Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire en Monterrey determinó que el cambio climático afecta de manera directa la frecuencia y magnitud de los eventos metereológicos extremos.
Por lo anterior, se propician los brotes y la propagación de incendios forestales, lo cual es un «bucle potencial de retroalimentación» entre el cambio climático y este tipo de incidentes.
«El cambio climático afecta directamente la frecuencia y magnitud de los eventos meteorológicos extremos que propician los brotes y la propagación de incendios forestales», detalló.
Además, el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire en Monterrey destacó que esto a su vez conducirá a temporadas más duraderas de incendios forestales, pudiendo comenzar antes y terminar más tarde en el año.
El aumento de la actividad de los incendios forestales puede aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero, que a su vez refuerzan el cambio climático.
Aunado a ello, la contaminación del medio ambiente en el área metropolitana de Monterrey se incrementa, con los gases y partículas que se emiten en los incendios forestales.
Con las temperaturas globales en aumento, la necesidad de reducir el riesgo de incendios forestales es más crítica que nunca.
Los incendios forestales incontrolables y extremos pueden ser devastadores para las personas, la biodiversidad y los ecosistemas.
También exacerban el cambio climático, contribuyendo con importantes gases de efecto invernadero a la atmósfera.