Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
El periódico Milenio destaca que en su estrega del segundo trimestre del 2022, las policías municipales y la policía estatal de Nuevo León, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, son las autoridades que los ciudadanos del área metropolitana de Monterrey perciben con “mucha desconfianza”. Al contrario, las fuerzas federales, el Ejército, la Marina Armada y la Guardia Nacional son las corporaciones que mayor certeza en seguridad dan a los habitantes.
Aquí sí. Percepción es realidad y realidad es percepción.
¿Por qué la diferencia?
Porque las autoridades estatales y municipales no han logrado depurar a sus policías, no han apostado plenamente por una autoridad cívica donde lo que importa es el ciudadano y no el moche, la represión.
Mientras los habitantes del área metropolitana de Monterrey sientan desconfianza por las autoridades de seguridad más próximas, y más confianza en las federales, algo está podrido en Dinamarca, para citar a Shakespeare.
Destaca Milenio que “Según las cifras de la ENSU, en su apartado nivel de confianza en las autoridades, en Monterrey, 14 por ciento de los encuestados señaló a la Policía municipal y 11.4 por ciento a la Policía estatal en cuanto a ‘mucha desconfianza’, respectivamente”.
Es interesante que en uno de los municipios más conservadores del país, en San Pedro, “la Guardia Nacional se llevó el peor sitio en cuanto a ‘mucha desconfianza’, con 14.2 por ciento, seguido de la Policía estatal, con 10.4 por ciento. Y el top 3 de la ‘mucha confianza’ fue para la Marina, con 39 por ciento; el Ejército, con 34.2 por ciento, y la Policía municipal, con 25.2 por ciento.
Sumar a la crisis hídrica la crisis de inseguridad es un mal caldo de cultivo para la vida privada y pública de Nuevo León. Cuando el estrés se convierte en cotidianeidad, la sociedad enferma y podremos llegar al punto de convertirnos en una sociedad finalmente paranoica.