Por Francisco Tijerina Elguezabal
Si antes me apoyé en la máxima del beisbol que sentencia que después del error viene el hit y dije que el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, podría anotarse una buena con la designación del nuevo titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano ahora que Laura Ballesteros ya no está, debo meter reversa sin clutch y anticiparle que es posible que el edil repita el error.
No es por echarle tierra a nadie, pero si como por ahí se escucha es cierto que está pensando en llevar a ese puesto a la diputada naranja Brenda Sánchez, Colosio no haría nada mal en mandar a su socio, compañero, cómplice y amigo, además de futuro secretario del Ayuntamiento, es decir Agustín Basave, a preguntar en todos los niveles y lugares posibles cómo fue el desempeño de Sánchez cuando ocupó ese mismo cargo en tiempos de Margarita Arellanes.
Porque si la queja de los desarrolladores que hizo reventar a Laura Ballesteros fue el empantanamiento de expedientes y cero resoluciones, habría que decirle que Brenda tiene exactamente el mismo estilo en el que se antepone la imagen personal a cualquier situación y no se es capaz de ponderar cualquier otro aspecto o entender razones; dicho en otras palabras, son especialistas en encontrar el cómo no hacer que las cosas funcionen.
¿No me cree? Cuestión de que vaya y le pregunte a quien la sucedió en el cargo, que no es otra que la regidora, ahora de Morena, Ericka Moncayo, que tuvo que resolver entuertos y desatorar broncas, además de deshacer nudos marinos, a unos cuantos meses del cierre de la administración de Margarita.
Brenda es ante todo mediática y así ha sido como ha forjado su carrera, promoviendo temas de ecología pero más de cara a la galería que en el terreno de los hechos, de ahí su proclividad a negar permisos, “no vaya a ser que crean que hay algo oscuro detrás”, aunque los expedientes estén debidamente integrados y cumplan con todas las de la ley.
Como puede verse, el estilo de la diputada encaja perfectamente con el perfil que tienen los que le mueven el agua al caldero de Movimiento Ciudadano en Nuevo León, sin embargo en el Congreso no ha podido trascender.
Reitero, sí le entiende al tema, sí le sabe, pero aquel “Comanche”, ese celoso agente de tránsito de los Beverly de Peralvillo que personificaba Sergio Ramos, la muchacha es “muy celosa de su deber” y con tal de cuidar su imagen es capaz de detenerlo todo, de manera que a Colosio no se le resolverían los problemas, sino que se le multiplicarían.
Luis Donaldo debe buscar a un buen ejecutivo, alguien capaz de arreglar entuertos, negociar, escuchar, proponer, buscar soluciones y claro, también decir que no cuando no se cumpla con las normas, pero con una visión abierta y de resultados.
Colosio puede hacer detonar el área y hacer que la ecología que tanto le interesa y el desarrollo urbano vayan de la mano; si de nuevo se equivoca y si otra vez vuelve a tardarse un año en darse cuenta, será una pesada losa que cargará sobre su espalda y que tendrá repercusión definitiva en su futuro político.